Eva Santis
Madrid, 10 oct (EFE).- La caída del dólar estadounidense, la
escalada del oro y las alzas bursátiles han sido las claves de la
semana y los inversores aguardan en la entrante la avalancha de
anuncios de resultados empresariales del tercer trimestre.
El "billete verde" llegó a caer esta semana a su nivel más bajo
en 14 meses ante una cesta de monedas, al agravarse los
interrogantes sobre su sostenibilidad como divisa de referencia al
calor de la peor crisis financiera y económica global de la
posguerra mundial.
La intervención de bancos centrales asiáticos para frenar la
bajada del dólar -que daña a sus exportaciones y al valor de sus
activos en esa moneda- se sumó a declaraciones del presidente de la
Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, para atajar
momentáneamente la caída el viernes.
Bernanke dijo que la Fed estará dispuesta a subir los tipos de
interés -que están en un 0-0,25% desde hace meses para combatir la
recesión-, cuando se asiente la recuperación económica.
Esa declaración, aunque unida a la reiteración de que la política
monetaria acomodaticia actual "se justifica para un período
prolongado", suscitó la pregunta de si podría subir los tipos antes
de lo esperado por los mercados, o sea, la segunda mitad de 2010.
La afirmación de Bernanke llamó aún más la atención al producirse
después de que el Banco central de Australia sorprendiera a los
mercados con una subida de tipos de un cuarto de punto hasta un
3,25%, siendo el primero de Occidente en elevar el precio del dinero
desde el comienzo de la crisis hace más de dos años.
La moneda de EEUU se recuperó parcialmente el viernes y cotizó
por debajo de 1,47 unidades por euro, lo que limitó a apenas un 1%
su bajada semanal.
Las afirmaciones del Gobierno de EEUU a favor de un dólar fuerte
se han quedado en meras palabras hasta la fecha, ya que la debilidad
de la moneda hace más competitivas las exportaciones del país.
Los países asiáticos, grandes exportadores, no son los únicos
preocupados.
El Banco Central Europeo reiteró las implicaciones negativas de
"la volatilidad excesiva y movimientos desordenados" de los tipos de
cambio el jueves, después de mantener sus tipos de interés en el 1%.
El Banco de Inglaterra mantuvo los suyos en un 0,5%.
La recuperación parcial del dólar el viernes contribuyó a una
pausa en la escalada alcista del oro, que había alcanzado el jueves
un récord histórico de 1.061,2 dólares la onza en los mercados.
El precio del petróleo, al que también afecta el movimiento del
dólar, cerró la semana con una subida de casi dos dólares el barril.
Por su parte, optimistas sobre las perspectivas de recuperación
en EEUU, tras los datos divulgados durante la semana -la bajada de
peticiones de subsidios de desempleo y la subida de ventas
minoristas-, y ante la temporada de resultados trimestrales, las
bolsas se anotaron alzas o máximos anuales, como el Dow Jones.
El índice de referencia de la Bolsa de Nueva York ganó un 3,97%,
el S&P500 un 4,51% y el Nasdaq un 4,45%.
Las principales plazas europeas se apreciaron en torno al 4%,
mientras que las asiáticas registraron su mayor avance en un mes, y
las latinoamericanas siguieron la tónica de Wall Street.
La Bolsa de Buenos Aires lideró las ganancias semanales con una
subida del 7,12%, y las de México y Sao Paulo se apuntaron un 4,74%.
Brasil fue el foco de las miradas empresariales españolas esta
semana:
Telefónica retó al grupo francés Vivendi con el anuncio de una
opa sobre la brasileña GVT por unos 2.250 millones de euros; el
Banco Santander sacó a bolsa su filial brasileña y se hizo con
plusvalías de 1.430 millones; y la aseguradora Mapfre acordó con el
Banco do Brasil crear una sociedad común que controlaría el 16% del
mercado brasileño.
La semana entrante, los inversores tendrán la mirada puesta en
EEUU, donde desvelarán sus resultados trimestrales bancos como
Goldman Sachs, Citigroup, JP Morgan y Bank of America, o grandes
nombres de otros sectores como General Electric, IBM, Intel y
Johnson & Johnson.
En el ámbito macroeconómico, se conocerán también en EEUU el IPC,
las ventas al por menor y la producción industrial de septiembre,
así como la confianza e los consumidores. En Asia, el Banco de Japón
decidirá sobre el nivel de los tipos de interés. EFE