Roma, 22 may (EFE).- El Ejecutivo tecnócrata italiano presentó hoy su plan de pago de las deudas que la administración pública del Estado tiene contraídas con las empresas que le han facilitado algún tipo de servicio, con el que se pretende dar salida a unos 20 o 30 mil millones de euros de endeudamiento en 2012.
El primer ministro italiano, Mario Monti, ilustró el contenido de este plan en una rueda de prensa celebrada este martes en Roma, donde explicó que para llevar a cabo este plan se han dispuesto cuatro decretos ministeriales, que afectan tanto a la administración central, como a la regional y local.
"Podemos realizar una progresiva reducción de la deuda comercial acumulada por la administración pública, dando salida a una acumulación de entre 20 y 30 mil millones de euros ya para este año", dijo Monti, en una comparecencia retransmitida en directo por televisión.
"La recuperación de los créditos hacia la administración pública es importante. Son nuestras empresas, a veces las más pequeñas, innovadoras, las que en esta fase difícil no han bajado la cabeza. Por esto necesitan de liquidez, de un carburante capaz de volver a arrancar el motor de la productividad", agregó.
El jefe del Gobierno explicó que con estas medidas se pretende adoptar en Italia antes de que termine 2012 una directiva europea sobre la obligatoriedad del pago a proveedores en un plazo máximo de 60 días, para cuya aplicación se había dado de tiempo hasta marzo de 2013.
Monti recordó además que el llamado decreto "crece-Italia", uno de los primeros aprobados por el Ejecutivo tras el plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros del pasado diciembre, ya contemplaba el pago inmediato de 5.700 millones de euros en deudas de la administración pública a los proveedores.
"En la consciencia del papel central de las empresas en el relanzamiento de nuestra economía en un cuadro financiero saneado, como el que hemos realizado, pensamos que ha llegado el momento y hay posibilidades técnicas para solucionar parcialmente el problema de liquidez", apuntó.
Monti, quien aseguró que a pesar de las malas previsiones económicas no será necesario otro plan de ajuste, dijo que esta no es la primera medida para el crecimiento dispuesta por su Ejecutivo, pero sí en cuanto a "flujo de recursos de liquidez a las empresas".
"En el pasado se ha visto el crecimiento como una operación de fontanería. Hay un tubo, pones dentro liquidez y tenía que salir el crecimiento y, sin embargo, no salía nada y lo que salían eran las catedrales del desierto", comentó el jefe del Gobierno italiano.
Según informa el Gobierno italiano en un comunicado, este plan obliga a todos los entes de la administración pública de Italia a certificar los posibles créditos contraídos con las empresas por la provisión de distintos servicios o bienes en un plazo de 60 días tras la reclamación del proveedor.
El proveedor podrá compensar su crédito a la administración pública, incluido el Servicio de Sanidad Nacional, a través de compensaciones en los impuestos o los pagos a la Seguridad Social, así como obtener una anticipación bancaria garantizada hasta el 70 % por el Fondo Central de Garantía o traspasar esa deuda a "intermediarios financieros reconocidos".
El viceministro de Economía, Vittorio Grilli, explicó en la misma rueda de prensa que la acumulación de deuda pública de la administración del Estado hacia las empresas asciende a "varias decenas de miles de millones de euros", pero que el Gobierno no tiene una cifra precisa.
"Según la evaluación de (la patronal) Confindustria ascienden a 70.000 millones de euros, pero no tenemos una estimación precisa, en cuanto que son en su mayor parte deudas de las administraciones locales", dijo Grilli. EFE