Santiago de Chile, 30 nov (EFE).- La recuperación económica de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe tras la crisis financiera internacional permitió a la región volver a disminuir los índices de pobreza, destacó hoy en Santiago la CEPAL en su Panorama Social 2010.
La cantidad de pobres disminuirá este año en 0,1 punto porcentual y la indigencia lo hará en 0,4 punto porcentual respecto de 2009, señala el documento presentado por la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.
Las cifras son similares a las que existían en 2008, antes de la crisis cuyo impacto se hizo sentir en 2009 en la región, destaca el texto.
No obstante, los pobres de la región suman aún 180 millones de personas, equivalente a un 32,1 por ciento de la población total, de los que 72 millones, equivalentes al 12,9 por ciento de la población, tienen la condición de indigentes, según el informe.
En ese contexto, la región estaría retomando la tendencia a la reducción de la pobreza que venía observando desde 2003 y que interrumpida por la crisis, que hizo aumentar la cantidad de indigentes desde 71 a 74 millones el año pasado, cifra que en 2010 se ha reducido a 72 millones.
"Los países de la región muestran una resiliencia en las variables sociales que no se han registrado en crisis precedentes", destacó Alicia Bárcena durante la presentación del informe.
Según el documento, la combinación entre el aumento en los ingresos laborales de los hogares pobres y las transferencias públicas, orientadas a aminorar el impacto de la crisis permitió reducir la desigualdad en la región.
Asimismo, la distribución del ingreso se mantuvo estable en 2009, por lo que el balance neto de los últimos siete años sigue siendo positivo para los países, consigna el documento.
También contiene un análisis de cómo la desigualdad se reproduce a lo largo del ciclo de vida de las personas, especialmente entre su nacimiento y los 29 años.
De acuerdo con el texto, las sociedades más igualitarias son las que apuestan más fuerte por logros y aprendizajes adicionales para todos los grupos sociales y por lo tanto, la educación es uno de los factores principales que permiten revertir estas desigualdades de origen e igualar las oportunidades de bienestar y productividad para el conjunto de la sociedad.
"Para cerrar las brechas de desigualdad es importante que los Gobiernos adopten un enfoque de economía generacional, lo que proporciona una visión integral y de largo plazo", destacó Alicia Bárcena. EFE
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