Bruselas, 3 may (EFE).- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, abordó hoy con el viceprimer ministro, Li Keqiang, la colaboración en materia energética y la importancia de que China no discrimine a empresas de la UE, en una reunión en la que los derechos humanos se abordaron de manera sucinta.
Barroso -que pese a las peticiones de la Asociación de la Prensa Internacional en Bruselas (API) y en contra de la tradición, no ofreció ninguna rueda de prensa tras el encuentro- centró sus mensajes en los apartados comercial y energético y no hizo ninguna referencia a la situación de los derechos humanos en China.
"Deseamos tener a China como un socio que se compromete a nivel internacional, una China que participa en la elaboración de nuestras políticas energéticas internacionales y en los mercados de la energía", señaló en una declaración distribuida a la prensa tras reunirse con Li.
El presidente de la CE afirmó que, para que esa colaboración sea eficaz, es necesario que China asegure igualdad para todos los actores y un "acceso abierto y no discriminatorio a nuestros respectivos mercados".
Aludió igualmente a la negociación de un tratado bilateral de inversiones y a que China garantice la apertura a su mercado de compras públicas de cara a "reforzar nuestra cooperación en los mercados de la energía a largo plazo".
Barroso consideró la visita de Li a Bruselas, al igual que la reciente cumbre UE-China celebrada en Pekín, un signo de la importancia que ambas partes conceden a su relación bilateral.
"Nuestro desafío común es garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos, permitir que satisfagan sus necesidades y aspiraciones de una vida mejor a la vez que aseguramos el crecimiento global y la sostenibilidad", comentó.
El presidente del Ejecutivo comunitario destacó también la "asociación de urbanización" impulsada por la UE y China, una plataforma para que ambas partes cooperen y compartan experiencias sobre cómo afrontar los retos económicos, sociales y medioambientales en las ciudades.
Por lo que se refiere a la situación de los derechos humanos en China, el político portugués, al menos públicamente, prefirió no abordar con Li el caso del disidente Chen Guangcheng, que se encuentra en un hospital de Pekín tras salir ayer de la Embajada de Estados Unidos, en la que estuvo refugiado seis días.
Barroso se limitó a recordar que la UE considera importante continuar con el "diálogo sobre derechos humanos" con China de cara la próxima cumbre bilateral y a felicitarse por la decisión de mantener una nueva ronda del mismo -ya prevista- los días 29 y 30 de mayo. EFE