Fráncfort (Alemania), 28 oct (.).- El grupo químico alemán BASF (DE:BASFN) registró una pérdida neta en los tres primeros trimestres de 2.115 millones de euros, debido a la crisis económica por la pandemia de coronavirus, frente al beneficio de 8.271 millones de euros que anotó un año antes, por su participación en la compañía de petróleo y gas Wintershall DEA y desinversiones.
BASF informó este miércoles de que también obtuvo una pérdida operativa de 1.123 millones de euros, en comparación con el beneficio de 3.622 millones de euros un año antes.
Las ventas cayeron un 3 %, hasta 43.244 millones de euros, pero BASF destacó que mejoraron en septiembre.
En el tercer trimestre, la industria global se recuperó de la fuerte caída de los tres meses anteriores, pero los niveles de producción fueron un 3 % más bajos que un año antes.
La industria automovilística, muy afectada por el cierre de la producción en los confinamientos en el segundo trimestre, siguió por debajo de los niveles de producción del año pasado, según BASF.
La demanda de bienes de consumo duraderos aumentaron en principio en la pandemia, especialmente alimentos y productos de cuidado corporal, pero posteriormente volvieron a la normalidad.
Los tipos de cambio tuvieron efectos negativos en todos los segmentos, especialmente en los de productos agrícolas y de revestimientos.
Asimismo, las ventas de productos químicos disminuyeron tras el inesperado apagón de las instalaciones petroquímicas de craqueo a vapor en Port Arthur (Texas, EEUU).
El aumento de los precios, debido al encarecimiento de los metales preciosos en el segmento de revestimientos, y la adquisición del negocio de poliamidas de Solvay (BR:SOLB) tuvieron un efecto positivo en las ventas, que subieron respecto al segundo trimestre.
El grupo químico alemán obtuvo unos extraordinarios negativos de 3.570 millones de euros en los tres primeros trimestres (-179 millones de euros un año antes) por depreciaciones en todos los segmentos debido a los efectos económicos de la pandemia de coronavirus y a medidas de reestructuración.
BASF prevé en 2020 unas ventas de entre 57.000 y 58.000 millones de euros, y un resultado operativo antes de extraordinarios de entre 3.000 y 3.300 millones de euros, cifras más bajas que en 2019, debido a la caída de la demanda por la pandemia.
La compañía espera que no se produzcan severas restricciones a la actividad económica por la implementación de nuevos confinamientos para frenar la pandemia.