Lima, 27 feb (EFE).- Los especialistas contratados por el Gobierno peruano para revisar el polémico Estudio de Impacto Ambiental del proyecto minero Conga subrayaron hoy su independencia durante su presentación a los periodistas.
"No estamos vendidos a nada ni a nadie... No tendremos ningún reparo en modificar algo que está previsto si creemos que es conveniente. No tenemos ninguna imposición por parte de nadie, seremos plenamente independientes en nuestro quehacer", sostuvo el ingeniero español Rafael Fernández Rubio.
Fernández señaló que los peritos no adelantarán opinión con informes parciales, sino que presentarán un solo trabajo final.
Los españoles Fernández y Luis López García y el portugués José Carvalho fueron contratados por la Presidencia del Consejo de Ministros sin un concurso de selección para realizar un peritaje al estudio del proyecto Conga, de una inversión de 4.800 millones de dólares, aprobado en octubre de 2010.
Fernández estará a cargo supervisar la calidad del agua, López de las aguas superficiales y Carvalho de las subterráneas.
A los medios que estuvieron en la breve presentación se les restringió la posibilidad de preguntar a los especialistas y a los ministros peruanos del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal; de Agricultura, Luis Ginocchio, y de Energía y Minas, Jorge Merino, también presentes en la cita.
Al ser consultado sobre el plazo de 40 días que ha anunciado el Gobierno peruano para elaborar el informe, Fernández dijo escuetamente a Efe que tiene "cuatro personas trabajando" con él, "y los demás (especialistas) también".
Según Pulgar Vidal, los especialistas tienen tres tareas: "analizar la información existente; evaluar las medidas de compensación, conservación y mitigación y proponer alternativas para generar mayor disponibilidad de agua".
El ministro del Ambiente indicó que espera mejorar la confianza alrededor del proyecto con el peritaje.
El proyecto Conga, de la minera Yanacocha, la primera productora de oro de Suramérica, contempla drenar cuatro lagunas en la cabecera de cuenca de la región noreste de Cajamarca, dos para extraer el metal y el resto para depositar los relaves, lo que para sus opositores causará un daño irreparable en el ecosistema.
Los pobladores de Cajamarca realizaron en noviembre pasado una huelga de 11 días que culminó con la declaración del estado de emergencia (excepción) de cuatro provincias, tras no lograrse ningún acuerdo entre representantes de los manifestantes y el Gobierno.
En febrero, llegó a Lima una marcha que recorrió parte de la zona norte de Perú para mostrar su rechazo al proyecto minero. EFE
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