Madrid, 18 abr (.).- Bluefloat Energy y Sener reclaman que en los concursos públicos de eólica marina flotante para adjudicar proyectos los criterios socioeconómicos tengan un peso del 30 % sobre el total de la adjudicación y el precio de venta de la energía el 70 %.
El fundador y consejero delegado de Bluefloat Energy, Carlos Martín, y el director general de Sener Renewable Investments, Miguel Domingo, han expuesto su visión de los criterios que deberían regir esos concursos tras la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM).
Ambas compañías han constituido una 'joint venture' o empresa conjunta para promover proyectos de eólica marina, de los que hasta la fecha tienen tres, en Galicia, Cataluña y Canarias, que en sus fases iniciales sumarían 1,25 gigavatios (GW) de capacidad.
Martín ha destacado la importancia del marco normativo de los concursos, que tendría que salir este año, para que el sector sea sostenible en el tiempo y ha añadido que ellos defienden que haya criterios socioeconómicos, que sean diferenciales y valoren el trabajo que ya se ha hecho para conseguir la aceptación de los proyectos en el territorio en el que se van a hacer.
Martín ha explicado que, en comparación con otras renovables, como la fotovoltaica, en que sólo entre un 20 % y un 30 % de lo necesario para su instalación se hace en España, en la eólica marina se podría tener el 90 % de la cadena de valor (torres, plataformas).
En su opinión, esta oportunidad se puede perder, si no se hace bien el diálogo con el territorio, y ha añadido que, aunque España tiene todas las condiciones para ser líder en eólica marina flotante, "el riesgo de perder el tren es alto".
En el caso de Bluefloat Energy y Sener, ya han mantenido conversaciones con los actores de las zonas donde pretenden llevar a cabo sus proyectos y han introducido modificaciones en ellos, llegando a descartar uno en Carboneras (Almería).
El Parc Tramuntana, a 24 kilómetros del golfo de Roses, en Girona, con una potencia de 500 megavatios (MW), se ha desplazado algo de ubicación para minimizar su impacto visual desde la costa y para descartar cualquier impacto sobre la pesca en la zona.
En el caso del Parque Nordés, en Galicia, el mayor proyecto de Bluefloat y Sener, un parque que inicialmente se pensó que tuviera una potencia instalada de 1,2 gigavatios (GW), se ha decidido acometer una primera fase de 525 MW y para más adelante dejar su ampliación.
El Parque Tarahal, en Canarias, es el otro proyecto, situado a ocho kilómetros de la costa de Gran Caanaria y con una potencia proyectada de 225 MW.
Martín ha señalado que el Gobierno ha optado por ser prudente e el desarrollo de la eólica marina y tan sólo en un 0,46 % de la superficie marítima española se contempla poder instalar parques eólicos marinos.
Unos parques, según ha dicho, de "escala modesta" en comparación con otros países europeos, donde el tamaño va creciendo una vez demostrada la compatibilidad de esta tecnología con otras actividades y hay una mayor aceptación de la población.
En cuanto a otras características de las subastas, ha dicho que, frente a que se hagan subastas sólo para cada zona, ellos proponen que todas las zonas estén abiertas y los promotores puedan presentar proyectos en distintas zonas, pudiéndose elegir los mejores primero, independientemente de en qué zona se proyectan.
Martín se ha mostrado en contra de que en los concursos se impongan criterio de precalificación muy restrictivos, pues eso puede impedir la competencia y que empresas innovadoras se queden fuera.
En cuanto a los criterios socieconómicos, Bluefloat y Sener proponen cuatro: concertación con el territorio, transparencia y acceso público a la información; caracterización y madurez de la propuesta; participación del territorio en la inversión, y contribución a la investigación y el desarrollo tecnológico.