El lunes, BofA Securities Global Research ofreció su perspectiva sobre el franco suizo (CHF), señalando un potencial de renovada debilidad frente a otras divisas.
La firma reconoce que, si bien ha mantenido una postura bajista a medio plazo sobre el CHF, la segunda mitad del año presentó desafíos. El argumento macroeconómico a favor de un CHF más débil se ve respaldado por la disminución de la volatilidad, lo que mejora el marco del carry trade. No obstante, riesgos como los aranceles y la política europea exigen una gestión cuidadosa del riesgo.
A lo largo del año, el CHF ha mostrado estabilidad, especialmente frente al USD y GBP, divisas que BofA favorece para expresar un CHF más bajo. El Banco Nacional Suizo (SNB) fue el primer banco central importante en recortar las tasas de interés, lo que llevó a un objetivo conservador de fin de año de 1,00 en EUR/CHF. A pesar de los eventos geopolíticos y la compresión de rendimientos que afectaron el desempeño de la moneda, el CHF ha experimentado una caída de casi el 4% frente al USD en lo que va del año, concentrándose la mayor parte de este bajo rendimiento en el primer semestre.
El comportamiento del CHF en la segunda mitad del año contrasta marcadamente con la primera mitad, siendo superado solo por el yen japonés (JPY). BofA señala que la compresión de rendimientos ha sido un factor significativo en el relativo mejor desempeño del CHF y el JPY. El CHF es único entre las divisas del G10 debido a su papel como cobertura natural contra el riesgo, siendo sensible a los riesgos geopolíticos, particularmente aquellos cercanos a Suiza.
La sensibilidad del CHF a las preocupaciones geopolíticas se puso de manifiesto con su importante repunte durante la crisis política francesa en junio. Aunque el CHF ha sido estable en términos ponderados por el comercio desde septiembre, aún sirve como una sólida cobertura contra el riesgo frente a temas globales más amplios. BofA sugiere que, con las elecciones presidenciales de EE.UU. finalizadas y el enfoque del mercado volviendo a los fundamentos, existe un argumento macroeconómico para esperar una debilidad del CHF hacia finales de año.
El análisis de BofA indica que la elevada volatilidad del mercado de divisas ha causado una divergencia entre los diferenciales de tasas suizas y el desempeño de las divisas. La firma espera que el SNB continúe relajando las tasas, potencialmente acelerando el ciclo si el tipo de cambio efectivo real (REER) permanece alto. Sin embargo, BofA aconseja precaución debido al potencial de disrupciones geopolíticas, particularmente en Europa, que podrían afectar la trayectoria del CHF.
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