Bruselas, 21 oct (EFE).- Los ministros de Finanzas de la eurozona decidirán hoy si conceden los 8.000 millones de euros del sexto tramo del rescate financiero a Grecia, cuyo importe total asciende a 159.000 millones de euros.
El Eurogrupo analizará el informe que le presentará mañana la troika - la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- sobre la situación griega y dará previsiblemente su visto bueno.
El FMI, que también tiene que dar su consentimiento, está previsto que se pronuncie a principios de noviembre con vistas a que el desembolso de la ayuda se haga efectivo a mediados de ese mismo mes, antes de que Grecia se quede sin fondos.
La evaluación de la troika incluirá un análisis sobre la sostenibilidad de la deuda, aprovechando esa base los 17 discutirán el posible aumento de la participación del sector privado en el rescate.
Los acreedores de Grecia, que contribuirán con 50.000 millones de euros al plan -de los que 12.600 millones son para el programa de recompra de bonos, aceptaron el pasado 21 de julio asumir unas pérdidas del 21 %.
El grave deterioro de la situación económica de Grecia ha hecho innegable la necesidad de aumentar esa participación y, aunque aún no se ha cuantificado de manera oficial esa necesidad, se barajan cifras de entre el 30 y 50 %.
El reajuste del acuerdo de julio tendrá que mantener, no obstante, el carácter voluntario para evitar cualquier parecido con un impago parcial de la deuda por parte de Grecia.
El riesgo de contagio a España e Italia, sometidos a una gran presión en los mercados financieros, ha forzado también el debate sobre la necesidad de reforzar la capacidad de intervención del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), dotado con 440.000 millones de euros que resultarían insuficientes para rescatar a economías de este calibre.
Descartada la idea inicial de dotarlo de mayores garantías, parece que la opción más probable es permitir que el fondo avale bonos de países con problema, como España e Italia, lo que elevaría la capacidad de intervención del FEEF, rebajaría el elevado coste de financiación de estos países y daría confianza a los inversores.
A cambio podría exigirse a estos países que adopten medidas adicionales de austeridad.
Fuentes comunitarias indicaron hoy que no les sorprendería que algunos países aprovechasen la cumbre del domingo para anunciar futuras medidas o dar visibilidad a las que ya han sido adoptadas y aún tienen que aplicarse si esos elementos por sí mismos ayudan a restaurar la confianza en los mercados. EFE