Tokio, 4 feb (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy con su nivel máximo en una semana impulsada por la subida del precio del petróleo y el optimismo de los inversores ante un posible acuerdo entre Grecia y sus acreedores.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con un subida de 342,89 puntos, un 1,98 por ciento, y se situó en las 17.678,74 unidades, mientras el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, avanzó 24,61 puntos, un 1,76 por ciento, hasta las 1.417,00 unidades.
El parqué tokiota abrió al alza impulsada por el encarecimiento de los barriles de referencia en Estados Unidos y Europa, el Texas y el Brent, una subida que fue clave en la jornada precedente para animar a los inversores en Nueva York.
Del mismo modo, la propuesta del nuevo Gobierno griego para intercambiar su deuda exterior por un tipo de bonos ligados al crecimiento y por otros de deuda perpetua (aunque sin descartar una quita de su deuda), tuvo un efecto balsámico en el parqué, coincidieron los analistas locales.
Las ganancias del mercado se estabilizaron tras el ascenso inicial, después de que algunos inversores optaran por retirarse para asegurar los beneficios.
El grupo financiero Mitsubishi UFJ, el mayor prestamista de Japón por activos, avanzó un 5,2 por ciento después de registrar unos beneficios netos récord en el período de abril a diciembre.
Los fabricantes de automóviles ganaron en líneas generales tras registrarse en enero un aumento por undécimo mes consecutivo del número de vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos.
El líder del sector Toyota Motor ganó un 2,4 por ciento, y su competidor Honda Motor avanzó un 2,7 por ciento.
Por su parte, el fabricante de productos electrónicos Sharp cayó un 4,5 por ciento tras anunciar en la jornada anterior que estima una pérdida neta de 30.000 millones de yenes (222,74 millones de euros) en el año fiscal de 2014, que finaliza en marzo.
En la primera sección las acciones que avanzaron superaron a las que retrocedieron, 1.542 frente 250, mientras que 70 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2.807 billones de yenes (20.820 millones de euros), por encima de los 2.695 billones de yenes (19.974 millones de euros) de la víspera.