Por Hideyuki Sano
TOKIO (Reuters) - Unos mercados mundiales inmersos en una gran volatilidad mostraban señales de estar tomándose un respiro el martes tras el reciente batacazo ya que la caza de gangas ayudaba a las bolsas asiáticas a alejarse de mínimos de tres años.
No obstante, la renta variable china, epicentro del hundimiento, sufría un nuevo correctivo.
El índice de acciones asiáticas y del Pacífico (sin incluir Japón) MSCI subía un 1,1 por ciento tras haber tocado mínimos de tres años, mientras que el japonés Nikkei cayó con un descenso del 4 por ciento.
"Las recientes turbulencias han dejado sin aliento a hasta los más curtidos de los operadores. Y seguramente tenemos más por delante", dijo Frederic Neumann, codirector de análisis económico asiático, en una nota a clientes.
"La economía de China continúa desacelerándose y la Fed (de EEUU) todavía puede subir los tipos antes de fin de año. Eso agrieta más los dos pilares principales de crecimiento para la economía mundial de los últimos años: la demanda y el dinero fácil ", dijo Neumann, que agregó que una repetición de la crisis financiera de Asia a finales de 1990 era poco probable.
Las acciones de las bolsas chinas tuvieron otra jornada negra, con un descenso del 7 por ciento en el Shanghai Composite Index, que cayó por debajo del nivel psicológico de los 3.000 puntos. En los últimos tres días el índice ha caído un 15 por ciento, incluido el recorte del 8,5 por ciento.
Las bolsas mundiales se han visto lastradas por el temor por la economía china, el principal motor de la economía mundial, que podría crecer a un ritmo mucho más lento que el 7 por ciento previsto por Pekín para 2015.
A los inversores también les inquieta la incertidumbre por la política monetaria en EEUU, donde la Reserva Federal ha indicado que en principio tiene previsto elevar este año el precio del dinero por primera vez en casi diez años.
Los fuertes descensos en las bolsas de todo el mundo en la última semana han reducido las expectativas de un alza de los tipos de interés en septiembre, pero las perspectivas no están en absoluto claras.