María Ruiz
Bruselas, 25 ene (EFE).- Turkmenistán y Azerbaiyán se han comprometido informalmente a suministrar importantes cantidades de gas a la Unión Europea, lo que le permitiría diversificar las fuentes de origen y reducir la fuerte dependencia europea de Rusia.
Azerbaiyán podría aportar anualmente alrededor de 20.000 millones de metros cúbicos (20 bcm) de gas y Turkmenistán unos 10.000 millones (10 bcm), lo que daría a la UE todo el gas que necesita para que funcione el llamado "Corredor Sur", aseguraron hoy a Efe fuentes comunitarias.
"Si Azerbaiyán y Turkmenistán respetan lo que nos han dicho, no necesitamos a los demás", afirmaron las mismas fuentes, según las cuales de momento sólo existe un compromiso verbal al respecto con cifras aproximadas.
El "Corredor Sur" es una red de tuberías diseñada para transportar gas y petróleo desde la región del Mar Caspio hacia la UE y lograr reducir la dependencia europea de las importaciones rusas.
El proyecto más avanzado dentro de este corredor es Nabucco, un gasoducto de 3.300 kilómetros de recorrido que transportaría a través de Turquía 31.000 millones de metros cúbicos de gas (31 bcm) anuales.
"No negociamos con Azerbaiyán y Turkmenistán para obtener gas para un proyecto en concreto, sino para el Corredor Sur", aclararon las fuentes, que añadieron que serán los gobiernos de estos países los que decidan a qué proyectos suministran gas en función de las condiciones que les ofrezcan las compañías responsables.
El Interconector Turquía-Grecia-Italia (ITGI), con capacidad para transportar 10.000 millones de metros cúbicos de gas (10 bcm), es otra de las opciones que podría plantearse como alternativa o bien para completar Nabucco.
También existen otros proyectos menores dentro del Corredor Sur, como "White Stream", que llevaría gas del Cáucaso por Georgia hasta Turquía a través del Mar Negro o el gasoducto transadriático (TAP, por sus siglas en inglés), pero cuentan con un respaldo político menor.
Los proyectos del Corredor Sur tienen en total una capacidad de entre 45.000 y 90.000 millones de metros cúbicos, pero las fuentes aclaran que la UE no tiene previsto desarrollarlos todos sino dar prioridad a uno o dos proyectos, por lo que conseguir 30.000 millones de metros cúbicos de gas bastaría para que la red funcionase.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, lograron este mes sellar en Azerbaiyán un compromiso de suministro de gas a la UE, aunque sin cifras.
Extraoficialmente, Bakú aseguró que podría bombear desde su yacimiento Shah Deniz II alrededor de 16.000 millones de metros cúbicos anuales (16 bcm) a partir de 2017 y garantizó que cuenta con hasta 2,4 billones más (2.400 bcm) en otros puntos del país de los que se podría sacar gas a partir de 2018, detallaron las fuentes.
Turkmenistán, por su parte, tiene una de las mayores reservas de gas natural del mundo, con 7,9 billones de metros cúbicos, según la Agencia Internacional de la Energía, aunque está sometido a más presión política por parte de Rusia que Azerbaiyán, lo que dificulta su colaboración con la UE.
El bloque europeo confía, no obstante, en que el compromiso de Bakú de suministrar gas a la Unión Europea rebaje esa presión rusa sobre Turkmenistán, que ya no sería el único país que haría posible desarrollar el proyecto europeo.
La UE cuenta con acuerdos generales de colaboración en materia energética con Kazajistán, Azerbaiyán y Turkmenistán y ayer mismo firmó otro con Uzbekistán, aunque asegura que de este último país no le interesa el gas, ya que dispone sólo de 15.000 millones de metros cúbicos (15 bcm) para exportar y la mayoría va a Rusia.
El interés europeo por diversificar sus fuentes de suministro energético y reducir su dependencia de Rusia se intensificó en 2009 tras la crisis del gas causada por las tensiones comerciales entre Moscú y Ucrania.
La UE compra a Rusia el 25% del gas que consume y, de ese total, el 80% llega a los Veintisiete a través de territorio ucraniano (el 20% restante lo hace vía Bielorrusia). EFE