Fráncfort (Alemania), 13 ene (EFE).- El consejo de gobierno del
Banco Central Europeo (BCE) se reúne mañana en Fráncfort para
analizar el curso de su política monetaria y evaluar si los tipos de
interés siguen en el nivel apropiado para garantizar la estabilidad
de los precios y la recuperación económica en la eurozona.
Los mercados financieros no prevén sorpresas al término de esas
deliberaciones y dan por hecho que los tipos de interés a aplicar en
las principales operaciones de refinanciación en la zona del euro se
se mantendrán en el 1 por ciento actual.
Los analistas consultados por los medios especializados coinciden
en que la primera subida de tipos se produciría, como muy pronto, en
el tercer trimestre y como muy tarde en el cuarto.
Prevén además que esas subidas eventuales del precio del dinero
serán en todo caso mínimas y dejarían las tasas rectoras a finales
de 2010 en torno al 1,50 por ciento.
A finales de 2011, los tipos de interés en la eurozona se
incrementarían de acuerdo a esas previsiones hasta el 2,5 por
ciento.
A falta de sorpresas en la política de tipos, los expertos tienen
su atención puesta en las declaraciones que el presidente del BCE,
Jean-Claude Trichet, realizará en la rueda de prensa posterior a la
reunión del consejo ejecutivo de mañana.
Esperan nuevos detalles sobre la estrategia de salida de las
medidas excepcionales adoptadas por la autoridad monetaria para
hacer frente a la crisis financiera global, especialmente la
provisión sin límite de liquidez a los bancos.
La medida más llamativa anunciada hasta ahora por el BCE para
atajar el exceso de liquidez resultante y por ende la dependencia
creciente de los bancos a las arcas de la autoridad monetaria es la
supresión de algunas subastas.
El BCE, con la atención siempre puesta en la estabilidad de los
precios, pretende con ello normalizar el funcionamiento del sistema
financiero, objetivo al que según los expertos se acerca
progresivamente la institución.
Entre los indicios que manejan los economistas para medir la
normalización paulatina del mercado interbancario es el diferencial
de tipos entre las transacciones a un día con y sin garantías.
Previo a la crisis financiera, la diferencia entre estos tipos
interbancarios era de 0,5 puntos porcentuales.
Tras la quiebra de Lehman Brothers el interés de los préstamos
interbancarios no garantizados a un día subieron a 2 puntos
porcentuales. En la actualidad, la diferencia es de 0,3 puntos
porcentuales, según un estudio reciente de Commerzbank.
La reunión mañana del consejo de gobierno del BCE se produce en
unas condiciones macroeconómicas más favorables, aunque el BCE ha
insistido en que algunos de los factores que apoyan la recuperación
tienen carácter temporal y vaticina que este proceso será desigual.
Esta advertencia resulta de la heterogénea evolución coyuntural
de la zona del euro, que pese al buen comportamiento de Alemania y
Francia se ve lastrada en su conjunto por las dificultades para
remontar de España, Grecia e Irlanda.
El BCE, obligado a diseñar una política monetaria común, se
enfrenta por tanto a un dilema: Una estrategia de salida rápida
dificultaría más la recuperación económica y la estabilidad en esos
tres países, mientras que una salida demasiado tardía supondría una
amenaza para la inflación y abonaría el terreno para un nuevo exceso
financiero.
Según declaró al diario Financial Times Deutschland el analista
jefe de Commerzbank, Jörg Krämer, el BCE responderá a ese dilema con
extrema prudencia, lo que significa "una retirada de la liquidez
lenta y más tiempo para la subida de los tipos".
El BCE ya apuntó en esa dirección al afirmar que el Eurosistema
continuará proporcionando apoyo de liquidez al sistema bancario de
la zona del euro por un periodo amplio a condiciones muy favorables
y facilitará la provisión de crédito a la economía del área euro.
Según las últimas previsiones del BCE, la economía en la eurozona
crecerá este año una media del 0,8 por ciento, frente al 0,2 por
ciento pronosticado en septiembre.
Para 2011, la autoridad monetaria prevé un crecimiento entre el
0,2 y el 2,2 por ciento.
Respecto a la inflación, el BCE espera que la tasa será del 1,3
por ciento, mientras que para el año próximo el BCE vaticina que la
tasa de inflación se sitúe entre el 0,8 y el 2 por ciento. EFE