Figueruelas (Zaragoza), 19 nov (EFE).- El presidente de General
Motors (GM) en Europa, Nick Reilly, ha dicho hoy en Figueruelas
(Zaragoza) que la planta que la multinacional tiene en esta
localidad es "muy importante para el futuro" de la compañía y que
tienen planes para mejorar aun más su eficiencia.
Así lo ha expuesto en un encuentro con los medios de comunicación
celebrado en la planta aragonesa, donde ha explicado que
Figueruelas, donde trabajan más de 7.000 personas, "está muy bien
situada para este negocio" y es "un recurso importante para GM a
largo plazo", ya que supone una gran parte de su producción y España
es una buena fuente de la industria de componentes.
No obstante, como ya ha dicho en otros países, hay que reducir
capacidad de producción en Europa, en torno a un 20 por ciento, y
los costes, "y, desgraciadamente, el número de trabajadores", que
intentarán hacerlo de la mejor manera posible, y "puede que no sea
cerrando una planta".
En la rueda de prensa, en la que ha estado acompañado por el
responsable de GM en España, Romuald Rytwinsski, ha afirmado que su
visita a la planta ha "reforzado" su opinión sobre la misma, ha
sentido el "entusiasmo" de sus trabajadores y ha podido comprobar la
"eficacia con la que opera", lo que "nos da confianza en que las
decisiones que vamos a tomar sean las más adecuadas".
Reilly ha subrayado que Figueruelas ha sido el "hogar" del Corsa
durante mucho años y es uno de sus principales productos en el
mercado, por lo que "no hay ninguna razón para cambiar esta fórmula
de éxito", al tiempo que ha señalado que ceder volumen de producción
de esta planta a otra no es parte de su plan.
Sobre su encuentro mañana con el presidente aragonés, Marcelino
Iglesias, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha precisado
que "estaremos encantados" de cualquier ayuda que "nos quieran dar",
mediante créditos directos o avales, pero "no vamos a pedir dinero".
Reilly ha señalado que espera tener una conversación "fructífera"
con Sebastián, al que le dirán si todavía siguen interesados en
proporcionar fondos y financiación, "no tanto para la
reestructuración, sino para seguir invirtiendo en desarrollo y
productos de la planta de Figueruelas".
Ha adelantado que las expectativas para Figueruelas se acercarán
bastante a lo que se había negociado con Magna -que suponía la
rescisión de 900 empleos de la plantilla y una reducción de los
costes laborales, cifrada en 25 millones de euros al año-.
En este sentido, ha dicho que no cree que su plan de ajuste "vaya
a ser peor" que el planteado por la compañía austríaco-canadiense.
Sobre el plan, que espera anunciar en las próximas dos o tres
semanas e implantarlo de manera inmediata para que esté finalizado a
mediados de 2010, ha explicado que no les interesa llegar a un
"acuerdo político", que no se dará trato preferente a ningún país
como Alemania y que a España se le tratará de "manera justa".
Para el plan ha reconocido que están buscando ayudas de los
trabajadores y de las fábricas, a los que es "adecuado" darles algún
tipo de incentivo.
Sobre los 3.300 millones de euros que necesitan de los gobiernos
europeos para poder reestructurar la empresa, "bastante menos" de lo
que apuntaba Magna, ha informado de que 1.000 millones serán para
financiar las indemnizaciones por despidos.
Por otra parte, el presidente de GM en Europa ha dicho que ya han
devuelto más de la mitad del préstamo a Alemania, que se acabará de
pagar a finales de noviembre.
Ha confirmado que se producirán cambios en la gestión y que se
dará más autoridad y responsabilidad a nivel local, que no significa
que las plantas se vayan a declarar independientes, pero que podrán
beneficiarse de las ventajas globales.
Reilly también ha anunciado que la intención es reducir el
negocio a una línea de gestión y que están buscando un nuevo
presidente para Opel/Vauxall. EFE
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