Fráncfort (Alemania), 27 may (.).- El exministro español de Economía Luis de Guindos asumirá el próximo viernes sus nuevas funciones como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y se convertirá en el primer español que ocupe un puesto de esa responsabilidad en la entidad monetaria desde su fundación.
Solo otras tres personas han ejercido la vicepresidencia del banco desde que se creó el 1 de junio de 1998: el francés Christian Noyer, el griego Lukas Papadimos y el portugués Vitor Constancio.
Hasta el momento España ha contado únicamente con dos representaciones en el Comité Ejecutivo (integrado por el presidente el vicepresidente y otros cuatro miembros), Eugenio Domingo Solans y José Manuel González Páramo.
Desde la salida de este último en julio de 2012, España había dejado de estar representada en el directorio del banco -que dirige el día a día de la entidad y prepara las reuniones del Consejo de Gobierno- a diferencia de Alemania, Francia o Italia, que nunca han dejado de tener representación.
La fecha de incorporación de De Guindos coincide con la del vigésimo aniversario de la creación del BCE, aunque ese día no se organizará ningún acto especial por uno u otro motivo.
Las celebraciones de los 20 años se reparten en los días anteriores y posteriores y culminarán el 5 de junio con una conversación pública entre el actual presidente, Mario Draghi, y su antecesor, Jean Claude Trichet, sobre el banco y el futuro del proyecto europeo.
Al exministro español ya se le ha podido ver estos días en algunos actos organizados por la entidad, como un coloquio realizado hace diez días en honor de Vitor Constancio sobre el futuro de los bancos centrales.
De Guindos ha conocido también a los diferentes equipos con los que trabajará y ha asistido como invitado a una reunión del Consejo de Gobierno sobre política no monetaria.
Pero su auténtico estreno será el próximo 14 de junio en Riga, donde participará por primera vez en la reunión del máximo órgano rector del banco sobre política monetaria y comparecerá posteriormente acompañando a Draghi ante los medios.
El encuentro de la capital letona, el único que mantendrá este año el BCE fuera de Fráncfort, será además uno de especial importancia, que acaparará la atención de los mercados y de los periodistas.
Los analistas esperan que en esa cita el banco fije una fecha definitiva para el final de su programa de estímulos, que hasta el momento contempla la compra de 20.000 millones de euros de deuda pública y privada al menos hasta septiembre de 2018 o "más allá si fuese necesario".
Después de Riga solo quedarían la reunión del 26 de julio y la del propio 13 de septiembre para que el BCE decida qué hacer con los estímulos, por lo que muchos piensan que será en la capital letona donde el banco anuncie finalmente algún cambio en su política monetaria.
En las ruedas de prensa cada seis semanas tras las reuniones del Consejo, Draghi es lógicamente quien lleva la voz cantante pero en varias ocasiones suele ceder la palabra al vicepresidente para detallar o aclarar alguna cuestión.
De Guindos recibirá ese día además con seguridad preguntas directamente dirigidas a él relacionadas con su estreno en el cargo y sus nuevas competencias.
Su antecesor Constancio era hasta ahora y desde 2016 responsable de las políticas de estabilidad financiera, macroprudenciales y de investigación.
Pero los asuntos de los que se ocupa el vicepresidente no están preestablecidos y los decide el Comité Ejecutivo teniendo en cuenta el perfil de la persona que ejerza el cargo, por lo que podrían pasar a ser otros tras su llegada.
Fuentes oficiales indicaron a Efe que el español no ha traído consigo ningún asesor ni personal externo, pero dispone para su labor de los equipos de los diferentes departamentos del banco.
Como vicepresidente cuenta asimismo con un vehículo oficial, un consejero y dos asistentes, al igual que el resto de los miembros del Comité Ejecutivo.