Bruselas, 20 ene (.).- La Comisión Europea iniciará la próxima semana un "diálogo estratégico" con la industria de la automoción para "salvaguardar el futuro de un sector vital para la prosperidad europea, al tiempo que avanza en sus objetivos climáticos y sociales", anunció este lunes el Ejecutivo comunitario.
"La Comisión reconoce la necesidad urgente de actuar para proteger la industria automotriz europea y garantizar su futuro dentro de la Unión Europea", indicó el Ejecutivo europeo en un comunicado, en el que precisó que será la propia presidenta de la institución, Ursula von der Leyen, quien pilote esos intercambios con la industria que la alemana anunció el pasado noviembre.
Von der Leyen se reunirá periódicamente y a partir del 30 de enero con los fabricantes, proveedores, agentes sociales y otras partes interesadas, informó la Comisión.
"El 'diálogo estratégico' busca involucrar a los actores de la industria, socios sociales y partes interesadas para comprender los desafíos, desarrollar soluciones y tomar medidas concretas de manera colaborativa", agregó el Ejecutivo.
Von der Leyen ha encomendado al comisario de Transporte, el griego Apóstolos Tzitzikóstas, la tarea de "elaborar un plan de acción para el sector, que se beneficiará de estas discusiones", que se organizarán en "grupos temáticos" que presentarán "propuestas detalladas".
"También se llevarán a cabo consultas más amplias con otras partes interesadas de la industria, así como con otros actores de la cadena de valor automotriz", agregó el Ejecutivo comunitario, que añadió que "el Consejo y el Parlamento Europeo estarán estrechamente involucrados durante todo el proceso".
Los temas clave incluirán "innovación, transición limpia y descarbonización, competitividad y resiliencia, relaciones comerciales y condiciones equitativas a nivel internacional, así como la simplificación y optimización de los procesos regulatorios".
El sector de la automoción, que representa alrededor del 7 % del PIB de la UE y genera 13 millones de empleos, se enfrenta a "un período de transformación significativa, impulsado por la digitalización, la descarbonización, el aumento de la competencia y un panorama geopolítico cambiante", mientras que la Unión Europea se ha fijado por ley prohibir la venta de coches que emitan CO2 a partir de 2035.
"Estos factores están desafiando las fortalezas establecidas de los fabricantes de automóviles europeos", reconoce la Comisión, que atiende así a las reiteradas solicitudes de la industria para revisar el rumbo de la política comunitaria en relación con los constructores.
La pasada semana, el máximo responsable de Mercedes-Benz y nuevo presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ( ACEA (BIT:ACE)), Ola Källenius, invitó a la Unión Europea a no entrar en una guerra comercial con China a propósito de los vehículos eléctricos, entre otras peticiones dirigidas a la Comisión Europea.
Ese mensaje responde a que el pasado octubre, entraron en vigor los aranceles de hasta el 35,3 % a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China aprobados por la Comisión Europea.
Källenius llamó a pensar bien cómo negociar con China de forma que se genere un escenario positivo para todos, porque acabar "en una guerra comercial (...) será significativamente dañino para la UE y para el sector de la automoción".
En una conversación con varios medios de comunicación, entre ellos EFE, el empresario deslizó, aunque de forma vaga y en forma de pregunta, si es posible mejorar la infraestructura de carga o respetar la neutralidad tecnológica y dejar al sector que elija cómo abordar la descarbonización.
Pidió también que se haga una "revisión realista" de la situación del mercado, porque hace cinco años se esperaba que creciera un 25 % y lo ha hecho sólo en torno al 13 %.
"Debe haber algún tipo de reconocimiento de esas condiciones de mercado para conseguir un alivio", dijo a propósito de las multas a las que se pueden enfrentar los constructores si este año no alcanzan ciertas cuotas de reducción de emisiones en sus flotas.