Bruselas, 19 abr (.).- La Comisión Europea (CE) aprobó el plan de Alemania para destinar hasta 20.000 millones de euros en ayudas públicas a empresas afectadas por la guerra en Ucrania, entre otras razones por los elevados precios energéticos, según informó este martes la institución en un comunicado.
El Ejecutivo comunitario consideró que la medida de Berlín es "necesaria, adecuada y proporcionada" para reaccionar ante una "perturbación grave" de la economía, así como que cumple con los requisitos del nuevo marco temporal de ayudas de Estado que Bruselas adoptó para permitir apoyo público a empresas en el contexto de la invasión rusa de Ucrania.
"Con este esquema de al menos 20.000 millones, Alemania ayudará a empresas de todos los sectores golpeadas por la crisis actual y las sanciones relacionadas", subrayó la vicepresidenta de la Comisión responsable de Competencia, Margrethe Vestager, quien añadió que se trata de un "paso importante" para "mitigar el impacto de la guerra de Putin contra Ucrania".
"Seguimos apoyando a los ucranianos y al mismo tiempo estamos trabajando con los Estados miembros para asegurar que se ponen en marcha medidas de apoyo de manera oportuna, coordinada y efectiva protegiendo la igualdad dentro del mercado único", añadió.
El plan de ayudas del Gobierno alemán contempla ayudas en cantidades limitadas para empresas no financieras que tomarán la forma de subsidios, ventajas o adelantos fiscales, garantías, préstamos, capital o financiación híbrida.
Los servicios de Competencia comprobaron que las ayudas del programa no superan los 35.000 euros por sociedad del sector primario y los 400.000 euros para compañías del resto de sectores, así como que el periodo de vigencia no supera el 31 de diciembre de 2022.
Bruselas adoptó un marco temporal a imagen del que ya puso en marcha para apoyar al tejido productivo europeo durante la crisis de la pandemia y el objetivo es utilizar la "flexibilidad" prevista en la legislación comunitaria para que los países puedan desplegar ayudas públicas que no están permitidas en circunstancias normales.
En el caso de las ayudas directas, los préstamos y el apoyo a la liquidez, se podrán conceder a empresas aunque los problemas financieros que sufran no estén relacionados con el aumento de los precios de la energía puesto que "la crisis y las medidas restrictivas contra Rusia afectan a la economía de múltiples maneras".
Además, el marco permite compensar parcialmente a las empresas por los elevados precios de la energía, especialmente a aquellas compañías que consumen mucha energía, a través de diversos instrumentos, incluidas también las subvenciones directas.
No obstante, la ayuda por empresa no podrá superar el 30 % de los costes subvencionables, hasta un máximo de dos millones de euros, aunque podrá estar justificada una ayuda adicional para garantizar la continuidad cuando una sociedad incurra en pérdidas.
En estas circunstancias, los Estados miembros podrán conceder ayudas de hasta 25 millones de euros para los grandes consumidores de energía y de hasta 50 millones de euros para las empresas de sectores concretos (aluminio y otros metales, fibras de vidrio, pasta, fertilizantes o hidrógeno y numerosos productos químicos básicos).
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