(Actualiza con datos de un informe de la Comisión Europea)
Bruselas, 28 dic (.).- La Comisión Europea prevé que el impacto del fin del tránsito del gas natural ruso a través de Ucrania a partir del 1 de enero de 2025 sea "limitado" en la seguridad del suministro en la Unión Europea, que está "preparada" para facilitar suministro por vías alternativas a los países más afectados, como Austria y Eslovaquia, aseguraron este sábado a EFE fuentes comunitarias.
"El impacto del fin del tránsito a través de Ucrania en la seguridad del suministro de la UE es limitado", mantuvieron las fuentes del Ejecutivo comunitario, ya que la interrupción del flujo por territorio ucraniano decidida por Kiev estaba "prevista".
Sin embargo, Austria y Eslovaquia serán los Estados miembros "más afectados", ya que el gas ruso representa aproximadamente el 60 % de su demanda, según las fuentes. Pero aseguraron que recibirán suministro por vías alternativas.
Ucrania interrumpirá el tránsito de gas ruso a las 06.00 GMT del 1 de enero próximo y tampoco permitirá el tránsito de gas ruso a través de su territorio aunque primero se venda a otro país, como Azerbaiyán, y después a empresas europeas.
El corte tendrá lugar al término del contrato existente desde el 30 de diciembre de 2019 entre la rusa Gazprom (MCX:GAZP) y la ucraniana Naftogaz Ukrainy y la negativa de Ucrania a negociar uno nuevo que permita a Rusia lucrarse para financiar la guerra de gran escala que inició a finales de febrero de 2022.
Ese acuerdo, que concluye este 31 de diciembre, fue facilitado en su día por Bruselas con el objetivo de garantizar un marco estable y poner fin a los casos de arbitraje que se prolongaron durante años entre las compañías de gas rusa y ucraniana.
Ante la negativa de Kiev, la Comisión Europea, en coordinación con los Estados miembros, lleva "más de un año trabajando específicamente en la preparación de un escenario en el que el gas ruso no transite por Ucrania a partir del 1 de enero de 2025 y en garantizar la disponibilidad de suministros alternativos para los Estados miembros afectados", mantuvieron las fuentes comunitarias.
Ese trabajo de preparación estuvo capitaneado por la Dirección General de Energía de la Comisión Europea en colaboración especialmente con Austria, Bulgaria, Croacia, Chequia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.
Las fuentes añadieron que la infraestructura de gas europea es "lo suficientemente flexible como para proporcionar gas de origen no ruso a los países de Europa central y oriental a través de rutas alternativas".
La UE ha reforzado su arquitectura del suministro de gas "con importantes nuevas capacidades de importación de GNL (gas natural licuado) desde 2022" y "con medidas de eficiencia energética y el desarrollo de energías renovables", subrayaron.
La situación este invierno "parece tranquilizadora"
En un informe, al que tuvo acceso EFE, Bruselas concluyó que la UE está "bien preparada" para afrontar la nueva situación, ya que el marco de seguridad del suministro de gas "se ha reforzado significativamente" en los últimos años con objetivos de llenado de los depósitos de gas, medidas de eficiencia energética, el despliegue de energías renovables y medidas voluntarias de reducción de la demanda.
Como resultado, la seguridad del suministro de gas de la UE para este invierno "parece tranquilizadora", ya que la demanda sigue siendo un 18 % inferior a los niveles anteriores a la crisis y los niveles de almacenamiento alcanzaron más del 95 % a 1 de noviembre.
Según la evaluación de la Comisión, los 14.000 millones de metros cúbicos anuales que transitan actualmente por Ucrania pueden sustituirse en su totalidad por GNL e importaciones de gasoductos no rusos a través de rutas alternativas.
Por ello, Bruselas concluye que el impacto en la seguridad del suministro de la UE va a ser limitado tanto en volumen como en alcance. Y, como ejemplo, puso el escaso efecto que tuvo la decisión de Gazprom de cortar el suministro a la austriaca OMV (VIE:OMVV).
Según el análisis de Bruselas, la decisión de Kiev no tendrá tampoco mayor impacto en Ucrania, ya que es autosuficente en gas, pero sí en Moldavia, que depende en gran medida del gas ruso para su generación de electricidad, ubicado en Transnistria, y aboga por buscar soluciones alternativas para la antigua república soviética.
Hace dos días, el presidente ruso, Vladímir Putin, alertó de que el cese del tránsito del gas ruso por territorio ucraniano disparará los precios en la UE y ayer el primer ministro eslovaco, el populista Robert Fico, amenazó a Ucrania con represalias, como el cese del suministro de emergencia de electricidad.