Sofía, 14 sep (.).- El Parlamento de Bulgaria ha aprobado este jueves el levantamiento de la prohibición temporal de las importaciones de granos ucranianos, desmarcándose así de Polonia y Hungría, que quieren extenderla hasta fin de año.
La propuesta del Gobierno, respaldada por 124 de los 250 diputados, busca mostrar "la solidaridad de Bulgaria con Ucrania", según el texto aprobado hoy, y asegurar los suministro de productos agrícolas para garantizar la seguridad alimentaria a escala mundial pero "sin poner en riesgo la competitividad de los productores agrícolas búlgaros".
A la medida, que entra en vigor mañana, se oponían las formaciones pro rusas, el Partido Socialista Búlgaro y la ultranacionalista Vazrazhdane, que la calificó de "traición nacional".
La decisión aprobada hoy pide también que la prohibición de importar trigo, maíz, semillas de colza y girasol procedentes de Ucrania sea levantada también en Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.
Esos cinco socios de la Unión Europea (UE) aprobaron el veto el pasado abril para evitar que la llegada de grandes cantidades de grano perjudicara a los sectores agrarios nacionales.
Hungría aspira a que la medida se extienda más allá del 15 de septiembre, mientras que el Gobierno polaco ha anunciado que la prolongará de forma unilateral si Bruselas no accede a hacerlo para todo el grupo.
Kiev ha acusado a estos cinco países de la UE de insolidaridad en plena campaña de bombardeos rusos contra los puertos y el sector agrícola ucraniano, que no puede exportar por vía marítima debido al bloqueo militar del Mar Negro por parte de Rusia.
El Gobierno de Bulgaria argumentó este miércoles que la entrada de grano ucraniano estimulará la competencia en el mercado nacional y facilitarán así una moderación de los precios de los alimentos básicos y de la inflación.
Ante la resistencia de los productores búlgaros, que defiende que siga el veto, el Ejecutivo afirma que el sector tiene suficiente apoyo estatal para hacer frente a eventuales pérdidas y prometió solicitar a la CE una compensación adicional.
El Gobierno ha argumentado que la prohibición a la importación de cereales desde Ucrania ha provocado pérdidas de 73 millones de euros en concepto de cobro de IVA a esos productos, y ha adelantado que de continuar el veto, las pérdidas llegarán a unos 20 millones de euros al mes.
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