Seúl, 11 nov (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió hoy en Seúl evitar una "guerra de competitividad" entre los países ricos y emergentes y subrayó la importancia de la cooperación internacional para apuntalar la salida de la crisis.
"Tirarse las monedas por la cabeza no lleva a ningún resultado", aseguró Fernández, en relación a la preocupación existente por las maniobras de algunas países para devaluar sus divisas para aumentar su competitividad.
La mandataria hizo estas declaraciones en una mesa redonda sobre finanzas, celebrada pocas horas antes del inicio de la cumbre del G20 en Seúl, en la que supone su primera visita al exterior tras la muerte de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner.
En su intervención ante medio centenar de empresarios, vestida de negro, Fernández apuntó a que la situación actual de la economía responde a una crisis estructural, en la que "el capital se colocó más en escala financiera que en escala productiva".
Insistió en que las causas de la situación actual son varias y citó, entre otras, la aparición de nuevos actores o la modificación de los términos de intercambio comercial.
"Sería absurdo localizarla solamente en el sector financiero, pese a que en un primer momento todos tuvimos la tendencia de colocarlo en el banquillo de los acusado", dijo.
La mandataria abogó por elaborar nuevas directrices "muy claras" que, entre otras cosas, eviten la que se denomina guerra de competitividad.
Cristina Fernández ya manifestó, antes de viajar a Seúl, su interés en negociar un acuerdo en el marco del G20 que impida que la devaluación de las monedas de los países desarrollados reduzca las exportaciones y la competitividad de América Latina.
La intervención de hoy en la mesa redonda fue el primer acto público en el extranjero de Fernández tras la muerte del ex presidente Kirchner el pasado 27 de octubre.
La agenda de la mandataria en Seúl incluye una reunión bilateral con su homólogo canadiense, Stephen Harper, antes de participar en la inauguración de la cumbre del G20 con una cena oficial. EFE