Bruselas, 12 jun (.).- La Cámara de Comercio china ante la Unión Europea expresó este miércoles sus "serias preocupaciones" de que la intención de la Comisión Europea de imponer un arancel de hasta el 38,1 % a la importación de vehículos eléctricos chinos afecte a las relaciones bilaterales entre Pekín y Bruselas.
La Cámara de Comercio de China ante la UE expresó "su conmoción, su grave decepción y su profunda insatisfacción con esta medida comercial proteccionista de la Comisión Europea", en un comunicado publicado hoy.
Además la organización consideró que la medida, que entrará en vigor de forma provisional a más tardar el 4 de julio, "perjudicará gravemente a los derechos e intereses legítimos" de los fabricantes de vehículos eléctricos chinos.
Por lo que expresó su "seria preocupación y temor" de que la imposición de los aranceles "presente desafíos a las relaciones económicas y comerciales entre China y la UE, así como a las relaciones bilaterales".
La Comisión Europea comunicó este miércoles a China su intención de imponer un arancel de hasta el 38,1 por ciento a la importación de vehículos eléctricos desde el gigante asiático, al considerar que su penetración en el mercado interior daña a los productores europeos por estar subvencionados.
El arancel iría desde el 17,4 % al fabricante BYD, hasta el 38,1 % a SAIC, pasando por un 20 % a Geely, según explicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado, tras anunciar los resultados provisionales de la investigación que inició en octubre para saber si la subvención de China a la producción de baterías eléctricas afecta a los fabricantes europeos.
La Cámara de Comercio china negó ese impacto, porque según sus cálculos, "a pesar del dominio de chino en el mercado global de producción y venta de vehículos eléctricos, las exportaciones chinas de vehículos eléctricos a la UE representan solo alrededor del 5 % de su producción total de vehículos eléctricos en 2023".
Los aranceles no entraron hoy en vigor y no lo harían de forma definitiva hasta el mes de noviembre.
No obstante, la medida requiere también el visto bueno de los países de la UE, que están divididos al respecto. El presidente francés, Emmanuel Macron, es favorable a que la UE aplique aranceles a los vehículos chinos, mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, lidera a los países que se oponen.