Montevideo, 6 oct (EFE).- Un fuerte dispositivo de seguridad y numerosos periodistas uruguayos y argentinos aguardan hoy en la frontera la llegada de la marcha ambientalista contra la planta de celulosa UPM, que pese a sus intenciones de llegar a Uruguay no tendrá permitido el paso en el punto limítrofe.
Unos 200 efectivos policiales y militares se desplegaron en el Puente Internacional San Martín (sobre el fronterizo río Uruguay), que une la localidad uruguaya de Fray Bentos, donde se ubica la papelera, con la argentina de Gualeguaychú, y en sus inmediaciones, dijeron a Efe testigos presenciales.
Entre los efectivos desplegados se encuentran miembros de la Guardia Republicana, las fuerzas antidisturbios de policía uruguaya, y grupos de operaciones especiales enviados especialmente desde los departamentos vecinos a Río Negro, donde se ubica Fray Bentos, para reforzar a los efectivos locales, indicaron las mismas fuentes.
En el punto fronterizo también destacó la presencia de numerosos equipos de televisión argentinos que cruzaron para informar de la marcha.
El paso fronterizo continúa abierto aunque el tránsito entre ambos lados del puente es prácticamente inexistente.
El Gobierno uruguayo dispuso que la marcha ambientalista, cuyos organizadores consideraron que será "masiva", no cruce a Uruguay.
Sólo tendrán autorizado el paso el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahilo, varios de sus colaboradores y un par de representantes de los ambientalistas, que se reunirán con el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, para entregarle un escrito de protesta.
Según dijo el sábado el presidente uruguayo, José Mujica, en declaraciones a la prensa, la decisión de "no dejar pasar una manifestación es para evitar esas cosas que se pueden dar, y que son muy difíciles de evitar cuando la gente, en la pasión de su manifestación, a veces se pasa del estribo".
Mujica subrayó que de "ninguna manera esa decisión es cerrar la puerta a la comunicación, al diálogo y a la relación".
Por su parte, integrantes del grupo ambientalista de Gualeguaychú afirmaron que su protesta será "sana" y que no pensaban "hacer lío".
Uno de los dirigentes del grupo, José Pauler, se lamentó en declaraciones a la emisora Radio Montecarlo que "el Estado uruguayo, que se rasga las vestiduras con que cumple los tratados internacionales", no los deje pasar.
La fábrica de UPM (ex Botnia) fue motivo de disputas desde que comenzó a fraguarse a mediados de la década pasada.
Los ambientalistas de Gualeguaychú bloquearon el paso fronterizo entre ambos países durante más de tres años en protesta por su instalación y por su supuesta contaminación, en un conflicto que llegó al Tribunal Internacional de La Haya.
Ese tribunal determinó en 2010 que la planta no contaminaba, pero que Uruguay no había informado correctamente a Argentina de su construcción.
Argentina volvió a denunciar ahora a su vecino ante el mismo tribunal, por supuestamente haber violado los acuerdos conjuntos de gestión del río y dicha sentencia de hace tres años, y por haber autorizado un incremento en la producción de la planta. EFE