París, 14 feb (.).- La quinta jornada de movilizaciones contra la reforma de las pensiones en Francia programada el próximo jueves se va a traducir en anulaciones de vuelos en los aeropuertos de París-Orly y de otras ciudades del país, así como en la cancelación de algunos trenes.
La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) anunció este martes en un comunicado que, a la vista de que los controladores aéreos han anunciado que participarán en los paros, ha pedido a las compañías que anulen un 30 % de su programa de vuelos en el aeropuerto parisino de Orly, el segundo en importancia de la capital.
Las aerolíneas también tendrán que disminuir en un 20 % sus operaciones en los aeropuertos de Toulouse, Marsella, Lyon, Montpellier y Nantes.
A pesar de todas estas medidas, la DGAC cree que no se podrán evitar otras "perturbaciones y retrasos". Por eso ha pedido a los pasajeros que puedan que aplacen sus viajes, y que en cualquier caso se informen con sus compañías del estado de sus vuelos.
En el transporte ferroviario, la convocatoria de huelga tendrá como consecuencia la supresión de un 20 % de los trenes de alta velocidad (TGV), de algo más de la mitad de los otros de largo recorrido con trayectos dentro de Francia, así como de la mitad de los regionales.
La compañía estatal de ferrocarriles SNCF señaló en un comunicado que en las líneas internacionales prevé mantener una circulación casi normal en los Eurostar a Londres, en los Thalys que van en dirección de Bruselas, así como en los otros recorridos, incluido el corredor París-Barcelona.
En los cercanías de París, algunas líneas darán servicio normalmente, mientras en otras se suprimirán entre un tercio y la mitad de los trenes.
A diferencia de lo que ocurrió en las precedentes jornadas de paros, el metro de la capital francesa funcionará casi normalmente, y no se anticipan problemas ni en los autobuses urbanos de la ciudad ni en los tranvías.
Los ocho grandes sindicatos franceses van de nuevo de la mano en esta quinta jornada de movilizaciones en la que, una vez más, el verdadero indicador de su éxito o fracaso no será tanto el seguimiento de las huelgas como el número de manifestantes.
En la precedente del pasado sábado, la policía contó 963.000 personas en los cerca de 250 desfiles organizados por todo el país, mientras que la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció 2,5 millones.
Las centrales tienen intención de seguir con acciones de protesta y han amenazado con paralizar el país el 7 de marzo si el Gobierno de Emmanuel Macron no retira su proyecto, que se está debatiendo en el pleno de la Asamblea Nacional (cámara baja) desde el 6 de febrero.
El principal punto de esa reforma, que genera el rechazo unánime de los sindicatos, pero también de todos los partidos de izquierda y de la extrema derecha de Marine Le Pen, es el que prevé el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64.