Madrid, 7 feb (.).- La patronal de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, ha denunciado que, mientras que el salario mínimo interprofesional (SMI) ha subido un 64,8 % desde 2016, en ese tiempo la productividad ha retrocedido un 4,9 %, lo que "rompe el principio de vinculación" de las alzas salariales a la productividad.
Según el informe "Repercusión de la subida del SMI en la pyme española", elaborado por Cepyme y presentado este martes, el incremento del salario mínimo afectará al 40 % de las pequeñas y medianas empresas, las cuales han visto caer su productividad un 3,6 % desde 2016.
La patronal denuncia que la decisión del Gobierno de subir el SMI a 1.080 euros "produce un efecto arrastre", ya que supone la subida de otros salarios más altos, y denuncia que convierte al SMI en "una herramienta de intervención" en algunos sectores.
En este sentido, Cepyme apunta que, en la hostelería, el salario mínimo para 2023 "supera el sueldo del 95 % de los trabajadores", de ahí que la patronal afirme que "la subida se impone sobre la voluntad pactada de los convenios colectivos" y que "limita la autonomía del empresario" para fijar salarios en función de la situación económica.
Entre la subida salarial y de cotizaciones, Cepyme cifra en 1.485,68 euros al año el coste extra por trabajador que tendrán que afrontar las empresas.
Asimismo, la patronal indica que, para las pymes, el nuevo SMI se sitúa en el 70,7 % del sueldo medio, cuando la Carta Social Europea recomienda que el salario mínimo se sitúe en el 60 % de la media.
En el informe, Cepyme asegura que las subidas del salario mínimo desde 2018 han supuesto la "destrucción directa" de 105.800 puestos de trabajo y han "vitado" la creación de 150.400 empleos.
El Gobierno acordó con los sindicatos la pasada semana subir hasta 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas el SMI, una medida que se aprobará en Consejo de Ministros la semana próxima pero que será aplicada con carácter retroactivo desde el 1 de enero.