Seúl, 22 ene (EFE).- Miles de surcoreanos continuaron hoy con la presentación de reclamaciones y cancelación de sus tarjetas de crédito por el escándalo de filtración masiva de los datos bancarios de casi toda la población económicamente activa del país.
Desde que se destapó el escándalo el pasado domingo hasta la tarde de ayer, más de 1.200.000 personas habían solicitado la reemisión de sus tarjetas de crédito o la cancelación de las mismas, informó el Servicio de Supervisión Financiera de Seúl.
Al igual que en los pasados dos días, se podía observar hoy una afluencia de clientes mayor de lo habitual en sucursales de las principales entidades bancarias de Seúl.
El Gobierno surcoreano adelantó que decretará medidas para prevenir futuras filtraciones y depurar responsabilidades, y algunas de ellas podrían ser anunciadas hoy.
El domingo se detectó la fuga de los datos personales y financieros de 20 millones de personas -prácticamente la totalidad de la población surcoreana económicamente activa- desde los archivos de los principales bancos y empresas de tarjetas de crédito del país asiático.
Este caso sin precedentes ha desatado un gran escándalo en Corea del Sur, donde varios directivos de bancos y empresas de tarjetas de crédito ofrecieron su dimisión.
Las nuevas medidas de Seúl podrían incluir el refuerzo de la vigilancia del personal relacionado con protección de datos y limitar la capacidad de las entidades bancarias para compartir información de los clientes con sus firmas afiliadas.
También se podrían imponer duras sanciones a las empresas financieras y sus directivos por no haber protegido adecuadamente los datos.
La filtración incluye los números de teléfono, direcciones y registros bancarios de prácticamente la totalidad de los titulares de tarjetas de crédito de este país de 50 millones de habitantes, incluidos altos cargos del Gobierno.
Un informático del Buró de Crédito de Corea (KCB), una empresa de calificación de crédito del país, presuntamente sustrajo la información y la vendió a empresas de marketing online.
Los datos de los clientes podrían servir a delincuentes para realizar estafas telefónicas o por internet, muy habituales en Corea del Sur, donde se han multiplicado las filtraciones de información y los ataques cibernéticos a entidades financieras desde 2011. EFE
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