Patricia Rodríguez
Londres, 31 mar (.).- Las acciones de la compañía de entrega de comida a domicilio Deliveroo se desplomaron este miércoles un 26,3 % en su debut bursátil en el mercado de renta variable de Londres a raíz de los recelos planteados por varios fondos de inversión a entrar en el grupo por su trato a los trabajadores.
Los títulos del negocio británico se ofrecían a los inversores en el selectivo londinense a 3,90 libras (4,57 euros), si bien a primera hora su valor decreció llegando a cotizar por debajo de 2,70 libras (3,16 euros), una llamativa caída.
Deliveroo había informado ayer de que fijaría el precio de su estreno en el mercado de Valores británico en la parte baja de su horquilla previamente anunciada, 3,90 libras (4,57 euros).
Al cierre, sus títulos cotizaron a 2,87 libras (3,37 euros).
El fundador del grupo, Will Shu, dio hoy las gracias "a todos los que han contribuido a hacer de Deliveroo la empresa que es, en particular nuestros restaurantes, tiendas, repartidores y clientes".
Esta venta de acciones ha suscitado gran atención por tratarse de una de las mayores salidas a bolsa en este país desde que lo hiciera la multinacional Glencore (LON:GLEN) en mayo de 2011.
La estrepitosa caída en sus títulos, que de alguna manera sospechaban los analistas, ha planteado cuestiones acerca de la viabilidad y ética que encierra todo un modelo de negocio, el de la llamada economía "gig" ("curros" precarios), en la que contratistas y autónomos reciben pagos por tareas realizadas a corto plazo.
Ese sistema de cuestionables valores ha sido criticado en las últimas semanas por importantes fondos de inversión, como la compañía de gestión de activos Aviva (LON:AV) Investor, que hace unos días confirmaba que no invertiría en Deliveroo entre otras razones por su trato a sus empleados.
Su responsable, David Cumming, consideraba que "muchísimos empleadores podrían cambiar enormemente la vida de sus trabajadores si les garantizaran horas laborables o un salario y la forma en que se comportan las empresas está cobrando importancia".
LOS ANALISTAS CUESTIONAN EL MODELO
Preguntada por Efe, Sophie Lund-Yates, analista jefa de la empresa británica de servicios financieros Hargreaves Lansdown, afirmó hoy que "la caída del precio de las acciones esta mañana plantea preguntas inevitables sobre qué salió mal".
"El precio de Deliveroo no es tan apetecible como se esperaba (...) Esto no sorprende enormemente dado el sustancial ruido de fondo que rodea a la compañía", señaló la experta.
Según la analista, "la mayor preocupación es la regulación alrededor de los derechos de los trabajadores" al tiempo que "el modelo flexible de empleado de los 'riders' (repartidores) de Deliveroo es un pilar gigante en el plan de éxito del grupo".
Gran parte del éxito de Deliveroo se debe a los confinamientos por la covid-19, aunque aún se sigue detectando una creciente demanda por estos servicios a domicilio pese a la suavización de las restricciones.
Lund-Yates alerta de que "la perspectiva a largo plazo dependerá de cómo se sostenga la demanda en un mundo pospandemia y si esa ruta hacia la rentabilidad se ve con más claridad".
Por su parte, el analista de mercado de ThinkMarkets Fawad Razaqzada dijo a Efe que "a los inversores les ha echado atrás el que varios gestores de fondos dijeran que no invertirán en el negocio por el trato de la firma a sus repartidos".
"El modelo de economía 'gig' de Deliveroo implica que los repartidores no tienen vacaciones pagadas, pensiones y otros beneficios", explicó Razaqzada.
Si el Gobierno obligara a Deliveroo a tratar a sus repartidores como empleados ("employees", en inglés, que en la legislación británica gozan de ventajas laborales superiores a las de los "workers", trabajadores) "se plantearían cuestiones graves sobre el camino de la compañía hacia la rentabilidad, dado que sus márgenes son ya estrechos, y por la naturaleza competitiva de la industria", agregó.
LOS LABORISTAS, CRÍTICOS CON DELIVEROO
El líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, admitió hoy que "no compraría acciones en Deliveroo" y argumentó su postura al indicar que aunque acepta que "tenemos que tener crecimiento económico para salir de esta pandemia y eso es una prioridad absoluta, no podemos volver al sistema roto que teníamos antes".
Starmer enumeró, en concreto, un "trabajo inseguro, un salario inadecuado, bajos estándares" y enfatizó la necesidad de tener "ambición para avanzar hacia una economía a largo plazo, de altos estándares, altos sueldos, con protección adecuada para aquellos que están dentro de la fuerza laboral".
Ya terminó en los tribunales el caso de otra empresa icónica de la economía "gig", la compañía de transportes Uber (NYSE:UBER), en el que la Justicia británica falló recientemente a favor de sus conductores, que lograron mejoras laborales y fueron considerados "trabajadores" aunque no "empleados".