El entorno económico mundial podría sufrir cambios significativos debido a la posibilidad de que Estados Unidos aumente sustancialmente sus aranceles. Esto es particularmente probable si Donald Trump, el anterior presidente, es reelegido y pone en marcha sus estrategias comerciales sugeridas.
Según los expertos financieros de Goldman Sachs (NYSE:GS), este aumento de los aranceles podría afectar profundamente al crecimiento económico mundial, a los niveles de precios y a las políticas monetarias de varios países.
Goldman Sachs presenta una situación en la que Estados Unidos podría aplicar un arancel adicional del 10% a todos los bienes importados y aumentar los aranceles sobre los productos procedentes de China en casi un 20%.
Tales medidas aumentarían notablemente el tipo arancelario medio sobre los bienes introducidos en EE.UU., en particular los procedentes de China, y tendrían consecuencias a escala mundial. Si se promulgan estos aranceles, se espera que otras naciones respondan con sus propios aranceles, lo que podría iniciar un conflicto comercial mundial.
En esta situación, el coste de la vida en EE.UU. podría subir más de un 1%, y la producción económica del país podría disminuir algo más del 0,5%. Este aumento de los precios vendría dado por subidas directas de los precios de los bienes para los consumidores y de los materiales para la producción, así como por efectos secundarios como una subida del valor del dólar estadounidense, que podría encarecer los bienes importados.
"En conjunto, prevemos un aumento del 0,5% en los precios mundiales, con un incremento mayor en países como Canadá, México y otros mercados emergentes, y un aumento menor en la eurozona, el Reino Unido y otros mercados desarrollados", declararon los analistas de Morgan Stanley (NYSE:MS).
El aumento de los aranceles podría frenar el crecimiento económico mundial, y los efectos más graves se producirían fuera de Estados Unidos. Unas importaciones más caras provocarían un aumento de los costes, reduciendo la renta disponible y el gasto de los consumidores. La incertidumbre también podría disuadir a las empresas de realizar inversiones. La producción económica mundial podría contraerse un 0,9% debido a estos factores.
Aunque países como México, Vietnam y Camboya podrían experimentar ventajas a corto plazo debido a los cambios en las cadenas de suministro, se espera que estos beneficios sean menores en comparación con el efecto negativo general sobre el comercio internacional y la estabilidad económica.
Se prevé que el impacto del aumento de los aranceles estadounidenses sobre los niveles de precios difiera según la región, y que Estados Unidos se enfrente potencialmente a un mayor incremento de los precios que otras economías. El banco central estadounidense, la Reserva Federal, podría posponer la bajada de los tipos de interés debido a esta inflación, pero los bancos centrales de Europa y otras economías avanzadas podrían adoptar un enfoque más acomodaticio para mitigar la desaceleración económica.
"Una versión básica de la regla de Taylor sugiere que el efecto añadido de los aranceles podría hacer que los bancos centrales de fuera de EE.UU. redujeran sus tipos de interés oficiales en más de 100 puntos básicos de media, en comparación con la actuación de la Reserva Federal estadounidense", señalaron los analistas.
La variación de las políticas monetarias podría dar lugar a importantes fluctuaciones de los tipos de cambio, especialmente con un aumento del valor del dólar estadounidense. El encarecimiento de las importaciones podría elevar las tasas de inflación, sobre todo en los países que dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos y utilizan el dólar para sus transacciones, como los de los mercados emergentes.
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