Investing.com - Han sido unos meses positivos para los mercados desde principios de 2023, a pesar de las turbulencias en el sector bancario y las respuestas de los bancos centrales al problema de la inflación, con una subida del 8% del índice MSCI All-Country World Equity Index desde enero.
Sin embargo, en el sistema bancario estadounidense están apareciendo los primeros signos de restricción del crédito, con contracciones anualizadas tanto de los préstamos comerciales e industriales como de los préstamos inmobiliarios comerciales, al mismo ritmo que tras la crisis financiera mundial.
"Está por ver si la cautela de los prestamistas va a continuar y si se extenderá a los préstamos al consumo", escribe Norman Villamin, estratega jefe de grupo del banco privado suizo UBP, en una nota enviada a Investing.com, añadiendo que "es más preocupante la perspectiva de un cambio de tendencia en la liquidez mundial”.
"Como hemos destacado desde noviembre de 2022, la expansión de los balances de los bancos centrales ha proporcionado un apoyo temporal a las acciones a nivel mundial y a los activos de riesgo. El BCE está a punto de retirar más de 700.000 millones de euros de liquidez a través de las subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO) y la expansión cuantitativa (QE), y el Tesoro estadounidense va a retirar entre 200.000 y 400.000 millones de dólares para reponer sus arcas tras elevar el techo de deuda, de modo que el viento de cola de la liquidez se convertirá en un viento en contra en la segunda mitad de 2023", explica el experto.
Todo ello en un contexto de ralentización del crecimiento económico: Estados Unidos, en particular, parece destinado a seguir desacelerándose, creando "la perspectiva de una recesión en toda regla en la segunda mitad del año".
"Entre junio y agosto, además, tendremos el punto álgido de la crisis del techo de deuda de Estados Unidos de 2023", subraya Villamín que, no obstante, prevé una resolución del acuerdo. Para comprender cómo se produjo la estabilización y el posterior aumento de la volatilidad de las acciones y los bonos, aconseja a los inversores fijarse en "la crisis del techo de deuda de 2011, que parece ofrecer una hoja de ruta también para la volatilidad de 2023”.
Asignación de activos
"Si estamos en lo cierto, creemos que nuestra reciente mayor exposición a estrategias de arrastre de volatilidad a través de productos estructurados ofrecerá a los inversores refugio ante el aumento de la volatilidad si las negociaciones se alargan hasta el último minuto, como ocurrió en 2011", destaca el estratega en cuanto al posicionamiento de las carteras.
Además, con el fin del ciclo de las subidas de tipos de Estados Unidos, UBP sigue previendo que "el fortalecimiento de las divisas no estadounidenses ofrecerá un factor más de rentabilidad, especialmente en las carteras referenciadas al dólar. El oro también debería seguir beneficiándose del fin del ciclo de subidas de tipos".