Ginebra, 28 ago (.).- El Tribunal Penal Federal de Suiza condenó este miércoles a siete años de prisión al director de la firma Petrosaudí, Tarek Obaid, y a seis años a su adjunto, Patrick Mahony, por desviar 1.800 millones de dólares del fondo soberano malasio 1MDB, un escándalo que en 2020 llevó a la cárcel al exprimer ministro de ese país Najib Razak.
Las penas dictadas por el máximo tribunal helvético, con sede en Bellinzona, son menores a las que pedía la fiscalía federal, de diez años para el director de Petrosaudí (con doble nacionalidad saudí y suiza) y de nueve para Mahony, con pasaporte suizo-británico.
Las condenas pueden ser todavía revisadas por el tribunal de apelación federal, según la agencia de noticias suiza ATS.
Las acusados fueron juzgados por posibles delitos de fraude, mala administración y blanqueo de dinero entre 2009-2015, según la acusación oficial presentada en abril de 2023, aunque la sentencia dictada este miércoles establece que el desvío ilegal de fondos se produjo entre 2009 y 2010.
Según defendió la fiscalía en el juicio, los acusados ayudaron al empresario y amigo cercano del exprimer ministro Taek Jho Low (fugitivo de la Justicia) a tejer una trama fraudulenta de inversión entre Malasia y Arabia Saudí a través de 1MDB.
Los acusados y Low manipularon un encuentro en un yate cerca de la ciudad francesa de Cannes entre Razak, entonces primer ministro, ministro de Finanzas y presidente de la junta de 1MDB, y el príncipe saudí Abdulaziz al Saud, siempre según la fiscalía.
La trama de corrupción de 1MDB salió a la luz en 2015, cuando una investigación periodística sacó a la luz el desvío multimillonario desde el fondo de inversión estatal a las cuentas privadas de Razak.
De acuerdo con las investigaciones, Razak y sus asociados desviaron a sus cuentas privadas 4.500 millones de dólares procedentes del brazo inversor del Estado malasio.
Razak, jefe del Gobierno de su país entre 2009 y 2018, creó 1MDB en su primer año en el Ejecutivo para atraer inversión extranjera y crear un distrito financiero en Kuala Lumpur, la capital malasia, pero el fondo acabó acumulando una deuda de 42.000 millones de ringit (unos 9.600 millones de dólares al cambio actual).
El exprimer ministro fue detenido en 2018, pocos meses después de ser derrotado en las urnas, y fue condenado en 2020 a 12 años de cárcel por este escándalo, una sentencia que fue ratificada el pasado año por el Tribunal Federal de Malasia.