El Banco de Francia publicó el lunes su perspectiva trimestral, revelando una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento económico del país para los próximos años. La entidad ahora prevé que Francia, la segunda economía más grande de la eurozona, crezca un 1,1% en 2024 y un 0,9% en 2025, una disminución respecto al 1,2% de crecimiento anteriormente previsto para 2025. Este ajuste refleja el impacto combinado de los desafíos políticos internos y la volatilidad económica global.
El banco central destacó que los esfuerzos de consolidación fiscal del gobierno y la incertidumbre política actual probablemente frenarán el gasto de los consumidores y la inversión del sector privado. Una serie de crisis políticas a lo largo del año ha llevado a una mayor cautela entre consumidores y empresas, que se muestran recelosos sobre el futuro económico ante el potencial aumento de los aranceles estadounidenses.
Nuevas perturbaciones políticas ocurrieron el viernes cuando el presidente Emmanuel Macron nombró a un nuevo primer ministro, el cuarto este año, después de que el gobierno anterior fuera destituido por los legisladores de la oposición debido a desacuerdos sobre el proyecto de ley presupuestaria para 2025. El proyecto pretendía reducir el déficit público del 6,1% del PIB este año al 5% en 2025.
El Banco de Francia advirtió que si el nuevo gobierno propone un presupuesto con una consolidación fiscal reducida, cualquier beneficio potencial de crecimiento se vería anulado por la prolongada incertidumbre política, especialmente en lo que respecta al estado de las finanzas públicas. El gobernador Francois Villeroy de Galhau, en declaraciones al periódico Le Figaro, advirtió que sin abordar los problemas presupuestarios, Francia podría quedarse económicamente rezagada respecto a sus homólogos europeos.
A pesar de estos desafíos, el banco central pronostica una recuperación del crecimiento económico al 1,3% tanto para 2026 como para 2027, respaldada por un aumento de los salarios más rápido que la inflación. Sin embargo, señaló que este crecimiento podría verse socavado si los hogares optan por aumentar sus ahorros debido a la incertidumbre persistente.
El Banco de Francia también proyectó que la inflación se mantendrá por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo durante los próximos tres años, con una tasa que se espera que disminuya al 1,6% en 2025 y luego aumente gradualmente al 1,7% en 2026 y al 1,9% en 2027. Sin medidas fiscales más estrictas, se prevé que la deuda de Francia continúe su trayectoria ascendente, alcanzando el 117% del PIB para 2027.
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