Lisboa, 31 jul (EFE).- El Banco Espírito Santo (BES) se desplomó hoy un 42 % al cierre de la Bolsa de Lisboa, acosado por las fuertes presiones de los inversores tras la divulgación de 3.577 millones de euros en pérdidas en el primer semestre del año.
El precio por acción se fijó en los 20 céntimos después de haber alcanzado un máximo de 28 y un mínimo de 17 durante una jornada en la que fue suspendida su cotización durante las primeras dos horas de sesión.
La caída llegó a ser por momentos superior al 50 %, un descenso nunca visto desde que existen registros informáticos en el parqué lisboeta.
El hundimiento de su valor en Bolsa se produjo a pesar de que la Comisión de Mercado de Valores (CMVM) lusa prohibió la venta al descubierto de acciones del BES para evitar operaciones especulativas a corto plazo.
El descalabro bursátil está relacionado con los elevados perjuicios conocidos ayer, provocados sobre todo por su exposición a filiales en quiebra del Grupo Espírito Santo.
Los analistas justifican esta fuerte penalización por la necesidad urgente de lanzar una nueva operación para ampliar capital, ya que actualmente la entidad no cumple con los ratios de solvencia exigidos por las autoridades europeas.
El Banco de Portugal retiró hoy el derecho de voto a la familia Espírito Santo -su máximo accionista con una participación del 20,1 %- y suspendió además a tres de sus administradores por dudas sobre su gestión.