San Juan, 1 dic (EFE).- El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de Puerto Rico, brazo financiero del Gobierno, confirmó hoy que ha efectuado el pago de la deuda que se vencía este martes, con sus correspondientes intereses.
En un comunicado añadió que se ha impulsado una orden ejecutiva del Gobierno para permitir el desvío de ciertos ingresos públicos para evitar que la liquidez de la isla se siga reduciendo a gran velocidad y atender las obligaciones de deuda garantizadas por la Constitución, a costa de otras menos comprometidas.
"El pago de los servicios de la deuda de hoy refleja nuestro compromiso de atender nuestras obligaciones a pesar de los extremos desafíos fiscales que enfrentamos, en un esfuerzo para facilitar un proceso de reestructuración voluntaria con nuestros acreedores", dijo la presidenta del BGF, Melba Acosta.
"Sin embargo, no nos engañemos: la posición de liquidez de Puerto Rico está muy limitada en este momento, a pesar de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno para mejorarla", agregó.
Acosta hizo votos para que el pago de hoy "sirva como una clara indicación de la intención de honrar nuestras obligaciones en la medida posible sin interrumpir los servicios públicos esenciales".
"Aún así, las posiciones fiscales generales del Estado Libre Asociado siguen siendo débiles", explicó, por lo que "en las próximas semanas vamos a continuar negociando con nuestros acreedores".
Estas negociaciones "implican sacrificios compartidos de todos nuestros grupos de interés, entre ellos nuestros acreedores", reclamó la máxima responsable de las finanzas públicas de la isla caribeña.
"También seguimos pidiendo al Congreso (de EE.UU.) que actúe responsablemente y proporcione a Puerto Rico la ayuda que necesita", que, según dijo, es "un régimen de quiebra ordenada en virtud del cual Puerto Rico pueda buscar alivio".
En ese sentido, advirtió que si el Congreso -que hoy celebra una vista al respecto- no puede proporcionar un marco jurídico para la deuda socorro (a través de su inclusión en la Ley federal de Quiebras), las posibilidades de lograr una salida exitosa disminuirán significativamente".
Además, perjudicaría a los bonistas y acreedores de Puerto Rico y "puede dar lugar a una verdadera crisis humanitaria sobre más de 3,5 millones de ciudadanos estadounidenses", dijo recordando así que los puertorriqueños tienen la ciudadanía de EE.UU.