Madrid, 14 jun (.).- El BBVA (BME:BBVA) debería alcanzar, a partir del 1 de enero de 2024, un volumen de fondos propios y pasivos admisibles correspondiente al 22,11 % del total de los activos ponderados por riesgo (APRs) a nivel subconsolidado, según ha señalado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De acuerdo con la nueva comunicación del Banco de España sobre los requisitos mínimos de fondos propios y pasivos admisibles (MREL), que ha sido calculado teniendo en cuenta la información financiera y supervisora a 31 de diciembre 2021, un 13,5 % del total de APRs debería cumplirse con instrumentos subordinados.
Adicionalmente, el BBVA debería alcanzar, a partir del 1 de enero de 2022, un volumen de fondos propios y pasivos admisibles en términos de exposición total considerada a efectos del cálculo de apalancamiento del 7,27 %, de los que un 5,61 % debería cumplirse con instrumentos subordinados.
Ambos conceptos no incluyen el requisito combinado de colchones de capital aplicable que, de acuerdo con la normativa vigente y el criterio supervisor, sería actualmente del 3,31 %.
La actual estructura de fondos propios y pasivos admisibles del grupo de resolución cumple con todos estos requisitos, señala la entidad.
El objetivo del MREL es garantizar que los bancos europeos dispongan de fondos propios e instrumentos de pasivo capaces de absorber posibles pérdidas en caso de que el supervisor considere que fallan.
La Junta Única de Resolución también establece un requisito de subordinación, según el cual las entidades deben cumplir parte de su requisito de MREL con un porcentaje mínimo de instrumentos subordinados, como capital regulatorio, deuda subordinada o bonos sénior no preferentes.
De esta forma, la JUR quiere asegurar que en caso de quiebra de un banco, no sea el contribuyente el que soporte las pérdidas, sino los accionistas, inversores y acreedores, para que repercuta lo menos posible en la economía real.