Madrid, 9 oct (.).- El conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás ha impulsado el precio del petróleo, ha lastrado las bolsas y ha primado los activos considerados seguros -como el dólar, el oro o la deuda de los países más solventes-, aunque, según coinciden los analistas, sus efectos están siendo moderados.
A las 13:15 horas, el Brent, el crudo de referencia en Europa, subía un 3,6 % y se acercaba a los 88 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), referente en EE.UU., lo hacía un 3,8 % y rozaba los 86 dólares.
El gas natural repuntaba un 18 % en el mercado TTF de los Países Bajos, de referencia en Europa, y se negociaba por encima de los 43 euros por megavatio hora.
Según los analistas, en la evolución del mercado gasista influye también la posible fuga detectada en un gasoducto submarino que une Finlandia y Estonia.
El alza del crudo y la inestabilidad en Oriente Próximo penalizan a la mayoría de bolsas europeas, aunque los retrocesos son limitados.
A la espera de que abra Wall Street, el IBEX 35, el principal selectivo de la Bolsa española, bajaba un 0,7 %, mientras que Fráncfort perdía un 0,6 %; París, un 0,4 %; y Milán, un 0,2 %. Por el contrario, Londres subía un 0,2 %.
Ante el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás, los inversores han buscado acomodo en los activos considerados refugio, como la deuda de países solventes, el dólar o el oro.
En este contexto, los precios de los bonos soberanos suben por el aumento de lo demanda, lo que implica un descenso de las rentabilidades (que evolucionan en sentido contrario).
El rendimiento del bono alemán, considerado el más seguro, baja en torno al 0,6 % y ronda el 2,8 %. Lo mismo ocurre con la deuda de Francia.
Por el contrario, la rentabilidad del bono español a diez años sube el 0,2 % y vuelve a superar el 4 % (4,02 %).
Los mercados de bonos estadounidenses están hoy cerrados por la celebración en EE.UU. del Día de Colón.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se revaloriza frente al euro, la libra y el yen.
La moneda única europea cae en torno al 0,5 % y se cambia a 1,053 dólares.
El precio del oro sube alrededor de un 1 % y supera los 1.863 dólares por onza.
Según Benjamin Melman, de la gestora Edmond de Rothschild AM, la reacción de los mercados al estallido de violencia en Oriente Próximo está siendo "bastante contenida" porque los países implicados en este momento tienen un "impacto limitado en la escena económica".
En su opinión, "la principal amenaza es una guerra entre Irán e Israel", que tendría "repercusiones de gran alcance".
Melman recuerda que Irán es uno de los principales productores de petróleo y gas del mundo y, además, "tiene capacidad de bloquear el estrecho de Ormuz, como ya ha hecho en el pasado, y puede destruir fácilmente los yacimientos petrolíferos vecinos".
Los analistas de Banca March coinciden en que "el principal riesgo es que el conflicto pueda extenderse por la región, especialmente a Irán, sobre el que sobrevuelan sospechas de haber colaborado en la planificación del ataque".
"Irán extrae alrededor de 3,5 millones de barriles al día, algo más del 3 % de la producción global", apuntan los mismos expertos.
"El conflicto no parece afectar especialmente a las bolsas y tampoco a los bonos", concluye el informe de Banca March.