Brasilia, 15 abr (.).- El Gobierno de Brasil suavizó las metas fiscales para 2025 y se alejó del superávit que había planteado en un primer momento, según un proyecto de ley sobre las directrices presupuestarias presentado este lunes.
La meta fiscal será de déficit cero para el año que viene, la misma que para el presente año y con un margen de flexibilidad de 0,25 % del PIB, con subidas graduales hasta llegar a un superávit primario del 1 % del PIB en 2028, ya en el próximo Gobierno.
Las nuevas directrices suponen relajar los objetivos fiscales que el Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se había marcado el año pasado: un superávit del 0,5 % del PIB en 2025 y del 1 % en 2026, el último año del mandato.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, dijo este lunes en entrevista con la cadena Globo que es importante que las tasas de interés caigan más y que haya un crecimiento económico más robusto con una inflación controlada.
Además, Haddad confirmó que el Gobierno prevé para 2025 un salario mínimo de 1.502 reales (unos 272 euros), un aumento del 6,37 % respecto al actual.
El Gobierno de Lula ha puesto en marcha sendos programas sociales para combatir la pobreza y mejorar el acceso a la vivienda, lo que ha presionado las finanzas públicas.
En su intento por aumentar la recaudación, el Ejecutivo ha impulsado una reforma tributaria para simplificar los impuestos sobre el consumo, así como nuevas tasas sobre los fondos de inversión.
Sin embargo, el Congreso, donde la izquierda no tiene mayoría, ha vetado otras medidas fiscales con las que el Gobierno progresista pretendía acabar con bonificaciones fiscales para ciertos sectores económicos.