MADRID (Reuters) - La bolsa española volvió a cerrar en rojo en la última sesión de la semana aunque el Ibex consiguió mantener la cota de los 11.000 puntos considerada soporte clave.
El acuerdo de Grecia con el FMI para prorrogar el pago de la deuda que vencía el viernes no hizo sino alargar la incertidumbre que pesa sobre los mercados desde hace semanas en relación a un acercamiento de posturas entre el gobierno heleno y sus acreedores para cerrar la enésima refinanciación.
"La jugada, por tanto, no agrada demasiado a los inversores, que ven en este artificio una clara vulnerabilidad de Grecia, o cuanto menos, poca disposición para pagar", dijo Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets. "El país gana otras tres semanas de tiempo para seguir negociando (...) el desenlace final, de nuevo, se reduce a un "continuará"".
La segunda gran cita de la sesión, explicó Pingarrón, fue el dato de empleo en Estados Unidos, con una lectura muy superior a lo prevista que refleja la fortaleza de la economía estadounidense y acerca de nuevo la expectativa de una posible subida de tipos en el país en torno a septiembre.
En este contexto, el Ibex cerró con baja de 84 puntos, un 0,75 por ciento a 11.062 puntos tras tocar un mínimo de 10.984. Enlazando su segunda semana consecutiva a la baja, el índice pierde un 1,4 por ciento en las cinco últimas sesiones.
Solo cinco de sus componentes terminaron en verde, aunque las caídas no fueron sustanciales salvo en media docena de valores. Amadeus (MADRID:AMA) cayó un 2,3 por ciento todavía afectada por el anuncio de recargo de tarifas de Lufthansa (XETRA:LHAG).
Gamesa (MADRID:GAM) fue otro de los destacados con caída del 2,4 por ciento, pese a descender durante toda la semana, el valor todavía acumula un alza del 12 por ciento en el último mes.
Entre las excepciones alcistas, IAG (MADRID:ICAG) recuperaba un 1,76 por ciento tras el fuerte castigo sufrido la víspera, cuando perdió un 3,5 por ciento.
Donde el pesimismo y la preocupación respecto a Grecia y al turbio panorama político del país se está dejando notar en mayor medida es en los mercados de deuda.
La rentabilidad del bono española a 10 años se situaba en torno al 2,25 por ciento y la prima de riesgo en los 140 puntos básicos, de nuevo en niveles de octubre del año pasado.