Londres, 29 nov (.).- El Mercado de Metales de Londres (LME, en inglés) ha defendido la cancelación de las transacciones de contratos de níquel efectuada el pasado 8 de marzo, una medida que, dice, evitó la bancarrota de varios miembros y garantizó la supervivencia del mercado, según exponen documentos judiciales.
LME ha publicado un informe sobre su defensa en el juicio que lo enfrenta al fondo de inversión estadounidense Elliott Management y la firma Jane Street por más de 456 millones de dólares por la toma de aquella decisión.
Elliott presentó una demanda el pasado 1 de junio en el Tribunal Superior por considerar que la cancelación de las transacciones de contratos de níquel el 8 de marzo fue "ilegal".
En su defensa, el LME reivindica ahora que hasta 20.000 millones de dólares de llamadas de margen habrían llevado a la quiebra a varios miembros y hubiesen representado un riesgo sistémico para el mercado, situándolo al borde de "una espiral de muerte".
Las llamadas de margen se refieren a cuando el inversor está cerca de quedarse sin fondos para cubrir su posición y el "bróker" -por ejemplo, un banco- que ha prestado fondos para acometer la inversión exige una mayor aportación de fondos para mantenerla para evitar su cierre automático.
En este contexto, el LME decidió el pasado 8 de marzo suspender las negociaciones de los contratos de venta de níquel debido a un auge "sin precedentes" de su precio, una situación que los analistas atribuyeron a un caos en las materias primas a raíz de la guerra en Ucrania.
El níquel llegó a subir entonces un 250 % en el período previo a la suspensión, un repunte que hubiese reportado a Elliott Management beneficios multimillonarios si el LME no hubiese cancelando las negociaciones, en una maniobra que el fondo de inversión consideró ilegal.
Asimismo, el LME ha sido criticado por otras partes por su gestión de una situación de caos en el mercado sin precedentes, que entienden que debería haber actuado antes para suspender las transacciones.
"Los alegatos de Elliott y Jane Street no tienen mérito y se basan en una mala interpretación de la situación del 8 de marzo y de las decisiones tomadas por la LME. Todas las acciones tomadas el 8 de marzo fueron legales y se hicieron en interés del todo el mercado", indicó este lunes el LME en un comunicado.