Moscú, 14 ago (.).- La moneda rusa, que ha caído con fuerza desde la invasión de Ucrania, ha superado este lunes la barrera psicológica de los 100 rublos por dólar, lo que ha forzado al banco central del país a convocar una reunión extraordinaria para atajar la devaluación.
Los 101,03 rublos a los que se cambiará el martes con respecto al dólar convierten a la moneda rusa en una de las divisas que más se ha depreciado en el mundo junto a la lira turca o el peso argentino.
Esto ha llevado al Banco Central de Rusia (BCR) a convocar para mañana martes una reunión extraordinaria con el fin de elevar los tipos de interés por segunda vez en menos de dos meses.
El desplome del rublo ha sido imparable en las últimas semanas, pese a la subida de tipos de interés acordada por el BCR el pasado 21 de julio.
La moneda ha perdido alrededor del 8 % desde entonces, lo que eleva la depreciación desde que comenzó el año al 27 %. En diciembre de 2022 se empezó a aplicar un tope de 60 dólares por barril al precio del petróleo ruso por parte de Occidente.
Hacía nueve años que el rublo no caía siete meses consecutivos con respecto a la divisa estadounidense.
Tampoco ha podido revertir la tendencia a la baja de la moneda la reciente decisión del banco de suspender la compra de divisas extranjeras en el mercado interior.
La divisa tocó su mínimo el 10 de marzo de 2022, dos semanas después de la invasión de Ucrania, cuando cayó a 121,5 rublos por dólar.
Los expertos opinan que el Banco Central aumentará mañana los tipos en un punto porcentual, hasta el 9,5 %, pero la entidad emisora ha insistido este lunes en que sigue sin ver "amenazas para la estabilidad financiera".
Asimismo, coinciden en que el rublo seguirá cayendo hasta finales de agosto o principios de septiembre, pero remontará hasta los 80-90 rublos por dólar antes de que termine este año.
LOS HIDROCARBUROS HUNDEN AL RUBLO
El BCR considera que el principal factor de la caída del rublo sigue siendo el desequilibrio en la balanza comercial, que se ha visto afectada por la caída de un tercio del valor de las exportaciones desde la segunda mitad de 2022.
Las sanciones occidentales han reducido los ingresos por la exportación de hidrocarburos, mientras las importaciones se acercan a los niveles anteriores al inicio de la contienda -26.000 millones de dólares sólo en mayo- y al máximo histórico alcanzado en 2012.
Los ingresos del Estado ruso solo por las exportaciones de petróleo han disminuido un 50 %, mientras el precio del gas es diez menor que hace un año.
Otros factores son la reducción de la extracción de petróleo, la especulación bursátil, la compra masiva de divisas por parte de los turistas, la fuga de capital de la empresas extranjeras y incremento del gasto en defensa.
LA INFLACIÓN, UN PROBLEMA ELECTORAL
La presidente del BCR, Elvira Nabiúllina, ha señalado en el pasado que "cualquier cotización del rublo es aceptable" y que sólo intervendría en caso de absoluta necesidad, pero el banco sí admitió hoy preocupación por la inflación, que subió al 4,3 % en julio desde el 3,25 % de junio.
La carne se ha encarecido un 30 % en las últimas semanas, lo que amenaza con disparar el coste de uno de los productos básicos de la cesta de la compra de los rusos.
Algunas organizaciones de consumidores han pronosticado un alza del 30 % de los productos importados antes de finales de año, por lo que han instado a los rusos a renunciar al café extranjero en favor del té o el café de achicoria.
Esto preocupa mucho al Kremlin, ya que el presidente ruso, Vladímir Putin, se presentará casi con toda seguridad a la reelección en marzo de 2024, anuncio que podría producirse en los próximos meses.
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