Madrid, 4 mar (.).- Un 40 % de los empleos del sector de la imagen personal (peluquerías, barberías y salones de estética) se han destruido en los últimos cuatro años y durante los últimos tres su pérdida media anual de facturación ha sido del 26 %.
La Alianza Empresarial por la Imagen Personal ha dado a conocer este sábado el Estudio VII Oleada de Situación Económica del Sector, que ha realizado con una consulta a 1.663 establecimientos de toda España con la colaboración de patronales del sector, asociaciones y federaciones autonómicas y plataformas de imagen personal.
En 2022, el número de trabajadores por establecimiento se situó en 1,38 empleados, frente a 1,43 en 2022 y 2,3 en 2018, antes de la pandemia de la covid.
Actualmente, el 41,55 % de los salones emplea únicamente al autónomo dueño del establecimiento y sólo uno de cada tres salones (el 26,28 %) tiene más de un trabajador contratado.
La facturación cayó un 10,07 % en 2022 en comparación con 2019 -el último año antes de la pandemia- y para 2023 el estudio de la Alianza Empresarial por la Imagen Personal estima que lo hará en un 9,78 %.
En 2020 (año con restricciones por la covid), la facturación cayó un 38,9 %; en 2021 retrocedió un 31,8 % respecto a 2019 y en 2022 cayó un 10,07 %.
Durante los tres últimos años, la pérdida media anual de facturación ha sido del 26 %.
Además, el estudio señala que en 2022 los costes se incrementaron un 27,2 %, principalmente por el encarecimiento de la energía; mientras que el sector sólo ha subido los precios de media un 2,48 %.
Dada la situación, la Alianza Empresarial por la Imagen Personal ha anunciado nuevos actos de protesta para reivindicar la bajada del IVA en este sector de cara a las diferentes citas electorales que habrá este año en España, a fin de reclamar a los partidos políticos que integren esta petición en sus programas electorales.
Según los datos de su estudio, un 96,64 % de los encuestados considera que esta medida serviría para paliar el "agravio fiscal" que sufre el sector de la imagen personal en comparación con otros sectores a los que también se les subió el IVA en 2012, pero que ya han vuelto a tipos más bajos.