Shanghái (China), 6 mar (.).- El nuevo jefe de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC), Wu Qing, anunció que la institución llevará a cabo una campaña contra fraudes, operaciones con información privilegiada o manipulación de mercado para restablecer la confianza entre los inversores.
En una rueda de prensa celebrada en el marco de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), Wu prometió una "supervisión estricta" para proteger a pequeños inversores y pymes, así como regulaciones "abiertas y equitativas" que hagan de los mercados un lugar "más transparente y justo".
En su opinión, es necesario aumentar el listón en términos de calidad para las empresas que deseen salir a bolsa, a las que se someterá a un mayor escrutinio, algo que haría que las inversiones fuesen más "eficientes".
Wu también avanzó que habrá más revisiones para las compañías que ya coticen en bolsa, para "evitar actividades ilegales como el fraude o la captura de fondos" o para revisar las condiciones del reparto de dividendos entre aquellas firmas que lleven tiempo sin hacerlo o que hayan ofrecido rentabilidades bajas a sus accionistas.
Al respecto de esto último, el jefe del regulador chino avanzó que la CSRC "promoverá" que las cotizadas repartan dividendos y prometió mano dura contra las reducciones "ilegales o deshonestas" de participación por parte de accionistas destacados.
Estas fueron algunas de las medidas que propuso de cara a recuperar la confianza de los inversores, especialmente de los que operan a largo plazo, junto a otras como permitir que las propias empresas desempeñen "un papel más predominante" en los mercados.
Más regulación para el sector 'quant'
Acerca de las incertidumbres derivadas de las acciones recientemente tomadas contra brókeres especializados en operaciones cuantitativas ('quant'), Wu prometió una mayor regulación de este segmento para "garantizar que el mercado sea justo" y aseguró que los propios mercados también "deben tener sentido de la responsabilidad" para con los inversores públicos, ofreciendo valor y perspectivas de crecimiento continuo.
En los últimos meses, ante las caídas en los mercados nacionales, los reguladores chinos han anunciado medidas para restringir operaciones que puedan generar un desplome mayor como las ventas en corto -permitidas en el país desde 2012-, que son inversiones basadas en la posibilidad de que un valor caiga: por ejemplo, se toma 'prestada' una acción de un tercero y se vende; si, efectivamente, su precio cae, el operador -que deberá comprarla de nuevo para devolverla- podrá quedarse con la diferencia como beneficio.
Desde sus últimos picos en 2021, los mercados chinos han perdido unos 7 billones de dólares en capitalización, lo que ha provocado la intervención de las autoridades nacionales para amortiguar el impacto de un nuevo frente negativo en la economía tras la crisis inmobiliaria, el desempleo juvenil récord, la amenaza de deflación o una recuperación menos brillante de lo esperado tras los años del 'cero covid'.
Tras el desplome bursátil de 2015 -una caída de valor de 5 billones de dólares solo entre junio y agosto-, se culpó precisamente a las ventas en corto de desencadenar la espiral de ventas, por lo que los reguladores también recurrieron a restricciones a estas operaciones.
(foto) (vídeo)