Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 27 jul (EFE).- El Dow Jones cayó hoy un 0,73 % hasta sus niveles más bajos en seis meses, una situación preocupante aunque diluida respecto a la causa de los descensos: la peor jornada en la bolsa china en ocho años, con caídas del 8 %.
China, que comparte la hegemonía mundial con Estados Unidos, vivió una nueva recaída en sus batacazos bursátiles de 2015 y el índice de Shanghái, el de referencia en China, cayó un 8,48 % y el de Shenzhen perdió un 7,59 %.
El principal motivo de esa fuerte bajada fue el anuncio de la Oficina Nacional de Estadísticas de que los beneficios de las principales firmas industriales chinas disminuyeron un 0,3 % interanual en junio, en fuerte contraste con el crecimiento del 0,6 % interanual que registraron en mayo.
¿Será China otro coloso con pies de barro como lo fue la extinta Unión Soviética? Tras varios meses apuntando una deceleración de ese milagro económico asiático, llegan los primeros signos de retracción de la economía y, con la cuota de mercado que supone tan superpoblado país, el mundo va detrás.
Wall Street, que no estaba ya de por sí en su mejor momento, cerró así a la baja por quinto día consecutivo.
El Dow Jones se encuentra ya más cerca de los 17.000 que de los 18.000 (en concreto, marcó hoy 17.440,59), el selectivo S&P 500 se quedó cerda de los 2.000 (2.067,64) y el índice compuesto del mercado Nasdaq se quedó a una jornada como la de hoy de perder los 5.000 (perdió 48,85 unidades hasta las 5.039,78).
El sector energético fue el principal afectado: cayó un 1,87 % y el petróleo de Texas se quedó en poco más de 47 dólares.
En el único lado bueno de la balanza, las buenas noticias estuvieron en Isarel, donde la farmacéutica israelí Teva, especializada en genéricos, vio cómo sus acciones se disparaban más de un 16 % tras anunciar la adquisición de su rival Allergan por 40.500 millones de dólares.
Y mañana, Estados Unidos volverá a mirarse a sí mismo, pues el foco de atención estará, entre otros, sobre Pfizer (NYSE:PFE), DuPont (NYSE:DD), UPS, Merck (NYSE:MRK) y Twitter (NYSE:TWTR), si bien existe el miedo de que sean tan decepcionantes como los de la semana pasada y las caídas sigan en este verano poco beneficioso para los operadores bursátiles.