Nueva York, 10 dic (EFE).- El verde se asomó hoy tímidamente a Wall Street en una jornada volátil en el que la Bolsa fue aupada en el último tramo por las tecnológicas, pero que sigue muy de cerca las tensiones comerciales entre Washington y Pekín y los miedos a una desaceleración económica a nivel mundial.
El parqué neoyorquino arrancó en verde, queriendo dejar atrás los miedos de la semana pasada, en la que el Dow Jones de Industriales se dejó las ganancias que había estado intentando acumular para este año.
Sin embargo, las noticias llegadas del otro lado del Atlántico de que la primera ministra británica, Teresa May, había aplazado la votación del acuerdo del "brexit" para evitar un eventual rechazo, hacía que las acciones volvieran a terreno rojo.
Una tendencia que se fue corrigiendo a lo largo de la jornada, para concluir finalmente con ganancias.
Así, su principal indicador, el Dow Jones de Industriales subió un 0,14 % o 34,31 puntos hasta los 24.423,26 enteros, después de haber caído por debajo de los 24.000 puntos.
Al término de la sesión, el selectivo S&P 500 creció un 0,18 % o 4,64 enteros hasta los 2.637,72 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan importantes firmas tecnológicas, escaló un poco más y concluyó con una ganancia del 0,74 % o 51,27 puntos, hasta los 7.020,52 enteros.
El miedo al fracaso de las negociaciones entre Washington y Pekín, que se han dado 90 días para intentar limar diferencias comerciales, así como la espada de Damocles del supuesto comienzo de un ciclo de ralentización comercial a nivel mundial, mantiene a los inversores en vilo.
El pequeño respiro de hoy sigue a la peor semana del parqué desde el pasado mes de marzo para los tres indicadores, que se devaluaron más de un 4,50 % y en la que tanto el Dow Jones como el S&P 500 perdieron las ganancias del año.
Ante estos temores, datos conocidos a finales de la semana pasada como la creación de 155.000 puestos de trabajo en octubre en EEUU, lo que supone el manteniendo del índice de desempleo en el 3,7 %, o el aumento de los salarios en noviembre un 0,2 % no han logrado despertar el optimismo de los inversores.