Madrid, 29 feb (.).- La compañía de celulosa y papel Ence (BME:ENC) registró pérdidas en el ejercicio de 2023 de 27,3 millones de euros después de que un año antes obtuviese un beneficio neto de 247 millones, en parte por el impacto contable positivo de la prórroga de la biofábrica de Pontevedra hasta 2073.
No obstante, en el cuarto trimestre del ejercicio, el grupo retomó la senda de los beneficios (2,9 millones) gracias a la reducción de costes y al inicio de la recuperación del precio de la celulosa, que se redujo en 28 euros por tonelada.
La cifra de negocios de la compañía ascendió a 623,2 millones en el último ejercicio, un 12,6 % menos que en 2022, y el resultado bruto (ebitda) fue de 89 millones, un 66,5 % menos.
El flujo de caja libre se cerró en 26 millones en el conjunto del año, a pesar de la caída del precio de la celulosa, y la deuda financiera neta del grupo a cierre de 2023 se situó en 280 millones.
Ence dispone de dos biofábricas de producción de celulosa de fibra corta (BHKP) a base de madera de eucalipto en el noroeste de España, en Navia (Asturias) y Pontevedra.
La producción de celulosa en el cuarto trimestre alcanzó las 266.556 toneladas, un 15,5 % más que en el trimestre anterior y un 49 % más que en el mismo periodo de 2022 por la suspensión temporal de la actividad de la biofábrica de Pontevedra por la bajada del caudal del río del que se abastece la planta.
En 2023 la compañía destaca el récord de producción anual de la biofábrica de Navia, por encima de las 614.000 toneladas, que impulsó el volumen de producción hasta 975.345 toneladas, lo que supone un 19,5% más que en 2022.
El año pasado, Ence amortizó el 6 de marzo el remanente de 63,3 millones que quedaba de la emisión de bonos convertibles emitidos en 2018 por importe de 160 millones, en tanto que en el primer semestre suscribió varios préstamos bilaterales con distintas entidades por un importe conjunto de 268 millones, con últimos vencimientos en 2030.