Palma, 27 sep (.).- Un estudio del IFISC (CSIC-UIB) sobre el impacto en el riesgo de apagones que tendrá la sustitución progresiva de las centrales eléctricas convencionales por energía solar ha determinado que la generación solar puede aumentar del 3 % actual a entre el 30 o 40 %, sin que ese riesgo se incremente.
A pesar de las ventajas de las energías renovables en términos de costes, eficiencia y sostenibilidad, también representan un riesgo en cuanto a fiabilidad del funcionamiento de la red eléctrica cuando se desarrollan masivamente, por su variabilidad en escalas de tiempo, como por tener más producción en verano, por ejemplo, ha informado la UIB en una nota.
Esto hace necesarios sistemas de control y almacenamiento adicionales, en comparación con una red dominada por generación con fuentes de energía convencionales.
Investigadores del IFISC (CSIC-UIB) han publicado un estudio sobre cómo varía el riesgo de apagones en la red eléctrica cuando se sustituyen progresivamente las centrales eléctricas convencionales por fuentes de energía renovables variables, hasta llegar a fracciones de generación con renovables por encima del 80 %.
El estudio, publicado en "IEEE Access", ha empleado un modelo de "criticalidad autoorganizada" para los apagones del sistema eléctrico, conocido como "modelo OPA" (ORNL-PSERC-Alaska), y han partido del sistema eléctrico balear, con una fuerte penetración de energía solar, como caso de estudio.
El IFISC (Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos) es un instituto de investigación de titularidad compartida entre la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) creado en 2007.
En el trabajo, los investigadores sólo tienen en cuenta las variaciones de producción renovable día a día e introducen una capacidad de almacenamiento equivalente a tres días de generación para garantizar un suministro de energía más constante. También parten del patrón de consumo actual sin adoptar medidas de ahorro adicionales.
El resultado de las simulaciones muestra que, partiendo del caso actual, con un 3 % de renovables, se puede sustituir hasta un 30 o 40 % de la capacidad de generación convencional por energía solar fotovoltaica sin aumentar el riesgo de apagones.
Además, este riesgo disminuye un poco gracias a que la producción solar está más distribuida espacialmente que la convencional (es decir, hay más puntos de producción), lo que disminuye la carga de la red de distribución.
Aumentando aún más la fracción renovable de la capacidad instalada, manteniendo la capacidad de generación total igual al 140 % del consumo, el riesgo de apagones aumenta exponencialmente debido a la falta de suministro en días de poca producción renovable, principalmente en invierno.
Señalan que, para aumentar la fracción de energía renovable por encima del 40 % y a la vez garantizar el suministro en todo momento y mantener el riesgo de apagones en el nivel actual hay dos opciones: o mantener la capacidad de generación convencional a la vez que se aumenta la capacidad renovable, o instalar una gran sobrecapacidad renovable.
Los cálculos de los investigadores muestran que, en el segundo caso, para llegar al 80 % de la producción renovable sin aumentar el riesgo de apagones se debe instalar una capacidad de energía solar que pueda producir durante el año 2,5 veces la demanda anual.
Aun así, para garantizar el suministro en periodos de poca producción renovable, este escenario mantiene una potencia convencional instalada equivalente al 32 % del consumo.
Escenarios con menos generación convencional requerirían mucha más capacidad de almacenamiento a largo plazo, indican.