El responsable de estrategia bursátil en EE.UU. de Morgan Stanley predice que la dirección de los precios de las acciones estadounidenses en 2024 dependerá de la reactivación del crecimiento económico mientras se mantengan bajos los tipos de interés.
Los analistas del mercado prevén un año lleno de cambios impredecibles, con frecuentes cambios en las predicciones comunes para los indicadores económicos importantes, lo que llevará a un rango de negociación fluctuante hasta que surjan resultados más claros. En consecuencia, recomiendan que los inversores basen sus predicciones económicas en la selección de valores, factores de mercado y sectores industriales específicos, en lugar de en amplios índices de mercado ponderados por el tamaño de las empresas.
Los analistas presentan tres posibles escenarios económicos para 2024, con una distribución de probabilidades uniforme entre ellos.
El resultado más probable es una suave desaceleración económica caracterizada por un bajo crecimiento económico real y una ralentización del aumento de los precios. En este entorno, los riesgos asociados a los valores individuales son elevados, y es probable que una combinación estratégica de valores de crecimiento estable y valores que se beneficien del ciclo económico tardío obtenga mejores resultados.
"También se espera que los valores con fluctuaciones de precios sistemáticamente bajas obtengan mejores resultados. En particular, desde la perspectiva de los factores de mercado, esperaríamos que las grandes empresas conocidas por su calidad financiera obtengan buenos resultados, especialmente aquellas con beneficios constantes y una elevada eficiencia operativa", declararon los analistas.
El segundo resultado posible es una suave desaceleración económica combinada con un aumento de la actividad económica general, alentada por la reciente política monetaria menos agresiva de la Reserva Federal. Esta situación podría provocar un aumento del gasto de los consumidores, de las inversiones empresariales, de la expansión de la mano de obra y de las fusiones y adquisiciones de empresas.
Un descenso de los tipos de interés podría impulsar la demanda de viviendas, vehículos y productos de consumo de larga duración. Es probable que este escenario optimista beneficie a las empresas más pequeñas, a las industrias que siguen los ciclos económicos y a los sectores sensibles a los cambios económicos, y que las estrategias de inversión centradas en activos infravalorados superen a las centradas en el crecimiento.
La tercera posibilidad es una grave recesión económica, en la que la probabilidad de recesión, aunque reducida, sigue siendo mayor de lo habitual. En este caso, se espera que las inversiones tradicionalmente estables obtengan mejores resultados, con las empresas más grandes superando a las más pequeñas, y las inversiones centradas en el crecimiento prevaleciendo sobre las centradas en activos infravalorados en este difícil entorno.
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