Madrid, 31 oct (.).- Las importaciones europeas de gas natural licuado (GNL) ruso se mantuvieron estables entre enero y septiembre de 2023 en comparación con el mismo periodo de 2022, si bien España y Bélgica las incrementaron un 50 %.
Así lo ha indicado el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en inglés), que elabora los datos de European LNG Tracker, una herramienta en línea de datos interactivos que visualiza la expansión y los flujos de GNL en Europa.
En su análisis, el IEEFA dice que, aunque Europa ha conseguido desprenderse de los volúmenes de los gasoductos de Gazprom (MCX:GAZP), los suministros de GNL ruso a Europa se han mantenido estables en términos interanuales de enero a septiembre de 2023.
Además, Francia, España y Bélgica aumentaron significativamente sus importaciones de GNL ruso en ese periodo y en el caso de España los volúmenes se incrementaron en torno al 50 %.
Por su parte, Bélgica y Francia continúan con el transbordo ruso de volúmenes de GNL del proyecto Yamal.
España, segundo mayor importador de GNL hasta septiembre
En términos generales, España fue el segundo mayor importador de GNL de Europa entre enero y septiembre de 2023, con la importación de 19.400 millones de metros cúbicos (19,4 bcm), incluidos 5,39 bcm de GNL de Estados Unidos; 5,21 bcm de Rusia y 4,09 bcm de Nigeria, y reexportó en ese periodo 1,05 bcm.
Las importaciones europeas de GNL de enero a septiembre de 2022 aumentaron un 62 % en comparación con el mismo período de 2021, mientras que en 2023 sólo se han incrementado un 4 % en comparación con el año anterior.
La Unión Europea (UE) ha cumplido sus objetivos de almacenamiento de gas en invierno antes de lo previsto, según el IEEFA, que ha alertado de que el desarrollo de capacidad de GNL en Europa está superando el ritmo de la demanda, aunque en el continente se plantea continuar con la construcción de infraestructura de GNL, a pesar del estancamiento de las importaciones y la reducción de las previsiones de demanda de gas.
Según el IEEFA, Europa ha añadido seis nuevas terminales de GNL desde principios de año, además de una terminal previamente paralizada y una nueva unidad flotante de almacenamiento y regasificación aún no operativa.
Dese principios de 2022, Europa ha añadido 36.500 millones de metros cúbicos (bcm) de nueva capacidad de GNL, mientras que el consumo de GNL sólo ha aumentado 4,8 bcm desde comienzos de 2023, frente al aumento de 46,2 bcm que hubo en el mismo periodo de 2022.
Actualmente hay 143.000 millones de metros cúbicos adicionales de nueva capacidad de importación de GNL que están en fase de planificación hasta 2030.
Con ello, la capacidad europea de GNL ascendería a 406.000 millones de metros cúbicos (406 bcm), casi el triple de la demanda de GNL prevista por IEEFA para ese año, que es de 150.000 millones de metros cúbicos (150 bcm).
Esa capacidad de importación de 406 bcm anuales para 2030 (143 bcm más que en 2021), con la entrada en funcionamiento de nuevas terminales, coincidirá con una caída de la demanda de alrededor de 400 bcm durante el mismo periodo.
Según los datos de IEEFA, sólo la UE ha gastado 41.000 millones de euros en importaciones de GNL entre enero y julio de 2023, con Estados Unidos (17.200 millones de euros), Rusia (5.500 millones de euros) y Catar (5.400 millones de euros) como mayores beneficiarios.
En septiembre de 2023, la UE, Turquía y el Reino Unido habían importado un total de 125 bcm de GNL, y las terminales de GNL de Europa tuvieron una tasa de utilización promedio del 58 % entre enero y septiembre de 2023.
La disminución de la demanda de gas pone en entredicho la necesidad de incrementar las infraestructuras de GNL en Europa para alcanzar sus objetivos de seguridad energética, según la analista de Energía de IEEFA Ana María Jaller-Makarevicz.
Jaller-Makarevicz ha advertido de que "los países europeos corren el riesgo de cambiar la dependencia de los gasoductos rusos por un sistema redundante de GNL que exponga aún más al continente a la volatilidad de los precios".