Bruselas, 12 sep (.).- España se encuentra entre los países que forman la Unión Bancaria con menor peso de los bancos pequeños sobre el tamaño global del sector, con aproximadamente una tasa del 5 %, según un informe publicado este jueves por la Junta Única de Resolución (JUR).
En concreto, sólo las "instituciones menos significativas" - como las denomina este organismo - de Francia y Grecia tienen un peso inferior al 5 % sobre el tamaño de su propio sistema bancario, mientras que las entidades pequeñas de Lituania representan un porcentaje similar al de España.
Por contra, las mayores tasas de bancos pequeños se encuentran en Alemania (38 %), Austria (30 %), gracias en ambos casos a sus cooperativas de crédito y cajas de ahorros, Bulgaria (30 %) y Malta (27 %).
En promedio, el peso de los bancos pequeños en los 21 países que conforman la Unión Bancaria se sitúa en un 14 %, de acuerdo con el informe de la JUR.
El organismo define como "instituciones menos significativas" aquellas con unos activos totales inferiores a los 30.000 millones de euros, aunque la gran mayoría de ellas no llega a los 10.000 millones de euros.
A fecha del 1 de enero de este año había en la Unión Bancaria un total de 1.915 entidades que cumplían este requisito (57 en España) y sus activos combinados ascendían a 4,9 billones de euros, lo que equivale a un tercio del PIB combinado de los 21 países.
El informe evalúa, en particular, si las instituciones financieras de menor tamaño han respetado los requisitos de capital exigidos para el ejercicio pasado y concluye que todas han cumplido con sus obligaciones, para las que tenían como fecha límite el 1 de enero de 2024, con excepción de aquellas que disponían de un plazo más amplio.
Así, el agujero de capital destinado a absorber pérdidas que aún deben constituir estos bancos asciende en total a 2.800 millones de euros, correspondiente a las 17 entidades que disponen de más tiempo (en el mejor de los casos hasta el 1 de enero de 2028).
La JUR se encarga de la vigilancia y planificación de la resolución de las entidades de crédito más grandes de la unión bancaria, mientras que en el caso de las menos significativas la responsabilidad recae sobre las autoridades nacionales y el organismo europeo solo ejerce una función supervisora.
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