Bruselas, 28 jul (.).- España es el séptimo país de la Unión Europea (UE) con un mayor desarrollo digital y supera a socios como Alemania, Francia o Italia, según la nueva edición del Índice de la Economía y Sociedad Digitales (DESI) que publicó este jueves la Comisión Europea (CE).
España obtuvo en el DESI de 2022 un total de 60,8 puntos, por encima de la media comunitaria, que se situó en los 52,3 puntos.
Ese estudio mide los avances de los países de la UE en su camino hacia una economía y sociedad digitales.
Según el informe, España está logrando un progreso "relativo" y mejorando sus resultados frente a años anteriores, sobre todo, en lo referente a la integración de la tecnología digital, donde escala cinco puestos con respecto a 2021 y se sitúa en la undécima posición este 2022.
También mejora en los servicios digitales públicos (del puesto 7 en 2021 al 5 en 2022) y en términos de capital humano (del 12 al 10).
Además, España es uno de los líderes de los Veintisiete en conectividad y ocupa el puesto número 3 por segundo año consecutivo.
El estudio señala que España obtiene resultados "relativamente buenos" en habilidades digitales básicas de la población, ya que las posee el 64 % de la ciudadanía, frente al 54 % de toda la Unión Europea.
Sin embargo, está por debajo de la media de la UE en cuanto a la proporción de especialistas y de titulados en tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El porcentaje de especialistas en ese ámbito con empleo en el país es del 4,1 %, frente al 4,5 % de los Veintisiete.
"La escasez de expertos digitales avanzados dificulta las perspectivas de crecimiento del país y limita la productividad, sobre todo, para las pymes y las microempresas", avisa el informe.
De todas formas, indica que se espera que varias medidas del plan nacional de recuperación, junto con otras iniciativas en el ámbito tecnológico como la ciberseguridad o la inteligencia artificial (IA) reduzcan la brecha en el mercado laboral de los especialistas en TIC, así como la brecha de género en ese campo.
El estudio resalta que España es uno de los países con mejores resultados en conectividad digital y que sigue avanzando "constantemente" en "el despliegue de redes de muy alta capacidad".
Añade que el porcentaje de pymes con un nivel básico de intensidad digital y que utiliza las redes sociales es superior a la media de la UE, si bien las empresas españolas "siguen rezagadas en tecnologías nuevas y avanzadas como la nube o los macrodatos".
Sobre los servicios públicos digitales, admite que España "ha sido tradicionalmente pionera y sigue poniendo en marcha nuevos servicios e infraestructuras para responder al rápido desarrollo de la tecnología y a las necesidades de las personas".
"España está comprometida con la modernización de la administración pública para hacerla más accesible para las empresas y el público en general. Está desarrollando de forma proactiva nuevos servicios, sobre todo, en los ámbitos de la salud, la identificación digital, la ciberseguridad, las aplicaciones móviles y la integración de la IA en el sector", afirma el DESI.
En cuanto al conjunto de la UE, el estudio asegura que durante la pandemia los Estados miembros han avanzado en sus esfuerzos de digitalización, "pero siguen teniendo dificultades para colmar las lagunas en materia de capacidades digitales, transformación digital de las pymes y despliegue de redes 5G avanzadas".
Finlandia, Dinamarca, Países Bajos y Suecia siguen siendo los países más avanzados de la UE en la digitalización, pero el DESI constata que incluso ellos afrontan "lagunas en ámbitos clave", incluida la escasa adopción de tecnologías digitales avanzadas, como la IA y los macrodatos.
En cualquier caso, Bruselas destaca "una tendencia general positiva hacia la convergencia" en la que los Estados miembros que comenzaron con niveles más bajos de digitalización "se están recuperando gradualmente" y creciendo "a un ritmo más rápido".
Advierte de que a medida que las herramientas digitales se convierten en parte de la vida cotidiana y de la participación en la sociedad, las personas sin capacidades digitales adecuadas "corren el riesgo de quedarse atrás".