Los recientes movimientos del mercado han reflejado las expectativas de una disminución significativa del crecimiento económico, e incluso con cierta reducción de estas preocupaciones, el grado de inquietud sobre el crecimiento de la economía sigue siendo grande en comparación con los cambios en las previsiones de crecimiento, según los estrategas de Goldman Sachs (NYSE:GS) el martes.
Aunque la posibilidad de un escenario económico menos severo podría traer alguna mejora con el tiempo, dos elementos hacen difícil afirmar que el mercado haya respondido excesivamente a los indicadores económicos.
En primer lugar, la probabilidad de una recesión económica ha aumentado. Aunque las predicciones de Goldman para el crecimiento económico de referencia son las mismas, sus economistas han aumentado la probabilidad de que se produzca una recesión económica en los próximos 12 meses del 15% al 25%.
"El factor clave para determinar si el mercado ha 'reaccionado de forma excesiva' es la previsión de crecimiento económico; si efectivamente se produce una recesión, entonces el mercado tiene el potencial de seguir bajando", mencionan los estrategas en un informe.
"Las inversiones no suelen valorarse con la expectativa de una recesión, aunque algunos mercados parecieron reflejar brevemente tales expectativas la semana pasada", añadieron.
En segundo lugar, es posible que el mercado hubiera estimado previamente que el crecimiento económico era superior al real antes de que aparecieran las recientes preocupaciones, señala el banco de inversión.
Concretamente, el mercado podría haber sido demasiado positivo sobre el crecimiento económico a principios de año, adelantándose a las mejoras en las previsiones de crecimiento económico de consenso.
"Encontramos algunas pruebas de ello, ya que el mercado parece haber aumentado sus expectativas de crecimiento económico a lo largo del año más que los aumentos de las previsiones de crecimiento económico de consenso", explican los estrategas.
A nivel de activos concretos, antes del reciente ajuste del mercado, la volatilidad bursátil implícita en los precios de las opciones había sido algo inferior a lo que la situación económica podría indicar normalmente. Las acciones estadounidenses cotizaban más alto de lo que su valor podría sugerir, y tanto las acciones afectadas por los ciclos económicos como el yen japonés parecían tener un precio incoherente con su relación habitual con los fundamentos económicos.
El reto actual, según Goldman Sachs, consiste en idear estrategias de inversión acordes con sus expectativas de un escenario económico menos grave, teniendo en cuenta al mismo tiempo los riesgos a la baja asociados a la preocupación por el crecimiento económico y la inestabilidad del sentimiento de los mercados.
Los estrategas creen que la futura dirección de los mercados depende en gran medida de los próximos datos económicos, con la imprevisibilidad añadida de las próximas elecciones presidenciales de noviembre. Esperan que la atención se centre probablemente en la posibilidad de una recesión económica, lo que hará que los mercados reaccionen más de lo habitual a los nuevos datos sobre crecimiento económico y empleo.
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