Eva Santis
Madrid, 13 jun (EFE).- Los ministros de Finanzas del G8
celebraron hoy, con prudencia, los indicios de estabilización
económica, mientras los organismos financieros multilaterales
aportan una de cal y otra de arena al debate de los "brotes verdes"
y el petróleo protagoniza una nueva carrera alcista.
En un comunicado emitido al término de una reunión en Lecce (sur
de Italia), los titulares de Finanzas de los siete países más
industrializados y Rusia citaron la subida de los mercados
bursátiles y de los indicadores de confianza de particulares y
empresas como señales de estabilización de sus economías.
Sin embargo, pidieron prudencia porque la situación sigue
incierta, subsisten "riesgos significativos" y, después de que se
reactive la producción, el desempleo puede seguir creciendo.
Aun así, consideran necesario que se empiece a considerar
estrategias de salida de las medidas extraordinarias de estímulo que
se adoptaron para combatir la crisis y que amenazan con dejar un
legado de déficit y, quizás también, de tipos de interés e inflación
altos.
Para ello, pidieron asesoramiento al FMI que, en cálculos
preparatorios para la sesión, revisó al alza, a un 2,4%, su
previsión de crecimiento de la economía mundial para 2010, pero sin
tocar su proyección de una caída del 1,3% para este año.
Un paso que sí dio el Banco Mundial, que calcula que el PIB caerá
un 3% este año, en lugar del 1,75% que predecía hace dos meses.
Mientras el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy
Geithner, advirtió hoy de que era prematuro hablar de recuperación
y, por tanto, de revertir las medidas masivas de estímulo, algunos
economistas predicen que la economía de EEUU retomará la senda del
crecimiento en el cuarto trimestre.
Ha habido cifras alentadoras esta semana en EEUU, como la subida
de las ventas minoristas o el descenso de las nuevas peticiones de
subsidios de paro.
En cambio, Europa, cuya producción industrial cayó casi un 20%
interanual en abril, tardará más en salir de la recesión. Así, el
Banco Central Europeo (BCE) revisó a la baja sus previsiones para la
zona euro y prevé ahora una caída media del 4,6% este año.
La CEPAL también ha modificado sus proyecciones y vaticina un
retroceso del 1,7% para Latinoamérica y el Caribe este año.
Varios países han revisado también sus propias previsiones. Así
España prevé ahora una contracción de su PIB del 3,6% este año y del
0,3% en 2010, mientras que Francia vaticina una caída del 3% en 2009
pero un crecimiento del 0,5% en 2010.
En Brasil, la noticia de su entrada en recesión al experimentar
dos trimestres negativos sucesivos se vio mitigada por la caída,
menor de lo temido, de la economía en el primer trimestre (-1,8%).
Para contribuir a espolearla, el Banco Central brasileño bajó los
tipos de interés un punto hasta un 9,25%.
Las bolsas latinoamericanas cerraron la semana mayoritariamente
al alza, mientras en Europa hubo resultados dispares y, en Nueva
York, el Dow Jones quedó por encima del nivel en que acabó 2008.
En Asia, los mercados empiezan a creer que lo peor ha pasado y
llevan cuatro semanas sucesivas de ganancias, simbolizadas en el
Nikkei japonés que, por primera vez en cinco meses, superó los
10.000 puntos.
De China, donde también subió el mercado, llegaron noticias
positivas esta semana, como el aumento en un 8,9% de la producción
industrial y del 15,2 por ciento de las ventas al por menor en mayo.
Mientras, la carrera alcista de los precios del petróleo se
aceleró hasta rozar los 73 dólares el barril en los mercados de
futuros.
Un fenómeno que, según los expertos, se debe en parte a
movimientos especulativos pero también a factores del mercado.
Así, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha revisado
ligeramente al alza sus previsiones para este año, en el que, según
prevé, la demanda mundial bajará un 2,9% sobre 2008. La OPEP, por su
parte, vaticina una caída del 1,9% de la demanda y aventura que lo
peor de la crisis ya pasó para el mundo petrolero.
Los movimientos especulativos también se han detectado en los
mercados de otras materias primas. De ahí que el G8 decidiera hoy
estudiar cómo mejorar "el funcionamiento y la transparencia" de esos
mercados. EFE